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México presenta medidas anti-Trump, ¿Son suficientes?

El Plan México contempla que el 50 por ciento de la proveeduría y el consumo nacional sean de origen mexicano en sectores estratégicos y que la mitad de las compras públicas sean de producción nacional.

Hoy es el día de la toma de posesión del presidente Trump para su segundo periodo. La agenda preparada contiene la firma de diversos decretos y órdenes ejecutivas, mediante las cuales podemos prever la declaración de una “emergencia económica”, mediante la cual, por cuestiones de seguridad nacional, Trump puede imponer aranceles, emprender deportaciones masivas de inmigrantes y declarar a los cárteles criminales mexicanos como grupos terroristas. También pudieran concretarse iniciativas de agresivos recortes de impuestos y una política proactiva para atraer y retener inversiones y puestos de trabajo en Estados Unidos.

Hace unos días cuestionábamos si México estaba preparando algún plan contra estos embates. Por el lado económico ya se han anunciado las siguientes puntos:

1. Plan México: esta iniciativa del Gobierno federal es un vasto paquete de incentivos para que las empresas dependan de bienes producidos nacionalmente y se concentren en las cadenas de suministro con Estados Unidos y Canadá. En concreto, se plantea alcanzar una mayor integración productiva en América del Norte. Es la reinstalación de una política industrial, abandonada en sexenios anteriores, que busca aminorar la práctica de que el país siga fungiendo como un puente para exportaciones chinas a Estados Unidos, incluso con aranceles contra productos chinos alineándose a los aranceles impuestos por nuestros socios comerciales del T-MEC.

El plan prevé que para 2030, al término del sexenio, el contenido nacional en cadenas globales de valor como en las industrias aeroespacial, electrónica, semiconductores, farmacéutica, química y automotriz, se incrementará en un 15 por ciento.

También contempla que el 50 por ciento de la proveeduría y el consumo nacional sean de origen mexicano en sectores estratégicos y que la mitad de las compras públicas sean de producción nacional. Se ofrecen cambios en las leyes para incrementar la participación privada en proyectos de minería, particularmente en el litio y en el sector de energía eléctrica.

Otras metas son “el desarrollo completo” de vacunas en México, formar 150 mil profesionales y técnicos al año, que el 30 por ciento de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) tengan acceso a financiamiento, entre otros.

2. Nueva política arancelaria contra China: la relación comercial de México con China es amplia, pero desigual, México importa aproximadamente 13 veces lo que vende y, en última instancia, envía muchos de esos bienes a Estados Unidos. Las maquiladoras y los centros de almacenamiento a lo largo de la frontera se promocionan como una forma fácil para que las empresas eviten los aranceles mexicanos y estadounidenses, lo que es posible gracias a una laguna legal que permite a las empresas realizar envíos a granel y luego entregar paquetes individuales a los compradores estadounidenses.

Para revertir esta tendencia, las nuevas reglas imponen aranceles de hasta 35 por ciento a la ropa terminada proveniente de países con los que México no tiene un tratado de libre comercio, como China, y de hasta 15 por ciento a la importación de materias primas. El arancel de 19 por ciento a los envíos de empresas de mensajería probablemente afectará a gigantes del comercio electrónico como Temu y Shein.

3. Decreto de incentivos fiscales: como parte del Plan México, la dra. Sheinbaum anunció que esta semana se publicará un decreto de incentivos fiscales para atraer la inversión nacional y extranjera, y estimular el fenómeno de la relocalización o ‘nearshoring’, buscando que en México se produzcan muchos de los insumos de varios sectores de la economía y que disminuyen las importaciones de Asia y de otros países.

4. Tratados de libre comercio con la Unión Europea, Brasil y Arabia: con negociaciones que iniciaron en el 2016, por fin la semana pasada se anunció la firma del Tratado Comercial con la Unión Europea, que tendrá que ser ratificado por los congresos o parlamentos de ambos lados.

El acuerdo tiene como objetivo impulsar tanto la seguridad comercial como la económica reduciendo los riesgos en las cadenas de suministro, garantizando un suministro sostenible de materias primas fundamentales y abordando el cambio climático, según la Comisión Europea.

¿Será suficiente este paquete para afrontar la embestida Trump? Lo que Trump quiere es que controlemos la migración, y el tráfico de fentanilo, para eso, deben de darse otros planteamientos, no los aquí expuestos. Desafortunadamente, la destrucción del marco institucional que ha concretado el Congreso, la inseguridad, la inexistencia de un Estado de derecho, y la ausencia de un liderazgo claro en el nuevo régimen dictatorial del país han dinamitado la confianza de los agentes económicos.

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