Esta semana los países de la OCDE publican sus estimaciones preliminares de la actividad económica al cuarto trimestre de 2024, con lo que también se tendría una primera estimación del PIB de todo el año.
Lo que le puedo anticipar es que el dinamismo de la economía estadounidense sigue siendo sorprendente en relación a los países europeos, y a sus socios comerciales, México y Canadá.
Si al subir la tasa de Fondos Federales hasta 5.25 por ciento en 2023, la más alta en décadas, se veía probable una ligera recesión para 2024, había una apuesta optimista por parte de la Reserva Federal de lograr un aterrizaje suave.
Esto no sucedió nunca. Ni recesión, ni aterrizaje suave. Estados Unidos se encuentra en una fase de bonanza económica, con pleno empleo. La razón fundamental de este desempeño se debe a la política fiscal electorera.
Bursamétrica estima que el PIB de EU creció en el último trimestre del año pasado a una tasa trimestral de 0.68 por ciento, lo que se traduce en una tasa de 2.72 por ciento anualizado, después de dos trimestres consecutivos de crecimiento de 3 por ciento anualizado.
Originalmente esperábamos una mayor desaceleración al agotarse el presupuesto fiscal electorero, y mezclarse con la incertidumbre preelectoral. Sin embargo, el empleo continuó fuerte y el gasto del consumidor también. Probablemente a un ritmo de 3 por ciento anual. Con este crecimiento del cuarto trimestre es probable que Estados Unidos haya crecido en 2.9 por ciento anual el año pasado, muy lejos de un ‘aterrizaje suave’, y del débil dinamismo de la Unión Europea, del Reino Unido y de los socios comerciales del T-MEC.
En la Unión Europea, los crecimientos esperados para el cuarto trimestre pasado son minimalistas. Alemania pudiera presentar todavía un decremento marginal en su estimación preliminar del PIB, mientras que Francia pudiera presentar un crecimiento marginal, lo mismo que Italia. Para el Reino Unido estimamos un crecimiento de 1 por ciento anual.
En el caso de México, con los datos ya publicados del IGAE de octubre (-0.3 por ciento) y noviembre (+0.9 por ciento), más la estimación del propio INEGI para diciembre (1.1 por ciento), se tendría un crecimiento de 0.57 por ciento anual en el PIB al cuarto trimestre, con lo que el crecimiento del todo el año podría ubicarse por arriba de 1.6 por ciento anual.
Con nuestros indicadores anticipados (el IBEM y el IBAM) tenemos estimaciones más reducidas del IGAE de diciembre (0.7 por ciento), y por lo tanto, del PIB al cuarto trimestre (0.47 por ciento).
Para este año, estamos estimando un crecimiento de alrededor de 2.5 por ciento anual para la economía de EU. Es probable que la Reserva Federal vuelva a hacer una pausa en su intención de reducir las tasas de interés. El fuerte dinamismo y las promesas de campaña en materia económica del presidente Trump de reducir la tasa de impuestos sobre la renta a las empresas de 21 por ciento a 15 por ciento, incrementando el gasto de inversión en infraestructura, va a mantener un déficit fiscal estructural de alrededor de 6 por ciento del PIB, lo que junto a una política proteccionista con base en aranceles va a generar inflación. Bursamétrica sostiene que EU se está convirtiendo en un generador estructural de inflación global.
Para la Unión Europea, en donde podríamos ver reducciones adicionales en las tasas de interés por parte del Banco Central del Euro esta semana, estamos estimando un crecimiento de 1 por ciento anual, asumiendo que Alemania sale de la recesión. En el caso del Reino Unido mantenemos nuestro pronóstico de un crecimiento del 1.5 por ciento anual.
Para México nuestro escenario base en el que consideramos el recorte al gasto del gobierno federal programado para este año, para reducir el déficit fiscal de 6 a 3.9 por ciento sobre PIB, así como una caída de la inversión ante la destrucción del marco constitucional por el nuevo Congreso mexicano, y asumiendo que las amenazas de tarifas arancelarias por parte del presidente Trump, así como una eventual reapertura del Acuerdo de Libre Comercio de Norteamérica nos podrían llevar a un estancamiento o a una recesión ligera en este año.
Es evidente el desacoplamiento que presenta la economía mexicana respecto de la americana. Teniendo 30 años de integración comercial y 3 mil kilómetros de frontera, no es fácil explicar por qué México no crece a una mucho mayor velocidad.
México se ha caracterizado siempre por tener un modelo económico incompleto y una política económica incongruente. Esto es lo que genera que se desperdicie potencial de crecimiento.