El sistema monetario podría estar en el vértice de un cambio tecnológico de grandes proporciones. Esta afirmación la hace el Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) en su recientemente publicado Reporte Económico Anual. En la parte final de este reporte se incluye un plan innovador que puede cambiar para siempre lo que conocemos como dinero.
La idea central de esta parte del documento es la de combinar lo mejor de dos mundos. Se quiere aprovechar lo innovador que hay en las criptomonedas con las fortalezas del dinero fiduciario emitido por los bancos centrales. La principal ventaja de este último es el de la confianza generada a través del sistema institucional que lo respalda.
Esto se pretende lograr principalmente a través de la tokenización y la creación de un registro unificado. Revisemos cada uno de estos. De acuerdo con el BIS, la tokenización es “el proceso de representar activos digitalmente en una plataforma programable”. La idea es hacer del dinero un token, es decir, un activo digital en un entorno programable. Esto permite que el mismo activo contenga información con la ventaja de que pueden programarse sus propias reglas de funcionamiento.
Para lograr los beneficios de la tokenización aunados a la confianza de las monedas tradicionales, el BIS propone que los bancos centrales emitan las llamadas monedas digitales de los bancos centrales (CBDC, por sus siglas en inglés). La idea es que estas monedas digitales funcionen como dinero confiable con la ventaja de poder funcionar en el sistema de tokenización.
Por otro lado, también tiene ventajas contar con un registro unificado de activos y transacciones financieras. Por ejemplo, actualmente un pago entre cuentahabientes de diferentes bancos requiere de un complejo sistema de intercambio de información, conciliación y liquidación que involucra los registros de diferentes entidades. La tokenización, en cambio, permite que las transacciones se realicen en un registro unificado con una liquidación final inmediata.
De acuerdo con el BIS, hay dos aspectos esenciales de un registro unificado. El primero es que tiene todo lo que se necesita para completar una transacción en un solo lugar. El segundo es que el dinero y los otros activos son archivos ejecutables, lo que significa que pueden ser transferidos de forma segura sin necesidad de un sistema de autenticación y verificación.
El sistema de pagos actual tiene muchas fricciones que lo hacen inconveniente en varios sentidos. El proceso de comunicación entre diversos sistemas y la necesidad posterior de conciliación es lento y caro. El sistema requiere de mucha intermediación y las transacciones toman tiempo en liquidarse lo que, además de costoso, abre la puerta a errores e incluso fraudes.
La idea de fondo es que le puede tener a la vez un sistema de pagos con la confianza del dinero tradicional, pero sin las fricciones mencionadas. Un sistema de pagos en el que las transacciones se den de manera automática y prácticamente instantánea, sin la necesidad de mucha intermediación. Este sistema de pagos sería más conveniente y barato. Además, un sistema así logra una mayor confidencialidad y un mejor control de los datos.
El Banco de Pagos Internacionales está liderando una revolución en la forma en la que funciona el dinero. Aquí se mencionó el ejemplo de una transferencia de dinero de una cuenta a otra, pero el mismo BIS sugiere varias formas en las que este nuevo sistema podría mejorar lo que tenemos y permitir la llegada de nuevas posibilidades.
En el siguiente artículo hablaremos de más ejemplos de cómo este nuevo sistema monetario puede mejorar el sistema de pagos y financiero internacional. Tal vez lo más atractivo es que, como lo enfatiza el BIS, una vez que se generen estas plataformas, se propiciará que haya innovación proveniente de muchas fuentes diferentes sin que seamos capaces de predecir la forma y el alcance de dicha innovación.