¿Cuándo se logrará controlar la inflación en México? Estamos hartos del aumento de precios y, aunque se han moderado, el regreso a una inflación moderada no parece tener fecha de llegada. La terquedad de la inflación mantiene las tasas de interés elevadas con el consecuente costo que tiene esto en la actividad económica. ¿Qué está pasando con la inflación y qué podemos esperar acerca de la tasa de interés en México?
Primero habrá que revisar lo que nos dicen las cifras más recientes de inflación que muestran una combinación de lo bueno, lo malo y lo feo. Lo bueno: la inflación subyacente, que es la que mejor refleja la tendencia de largo plazo, ha continuado su disminución. Lo malo: la inflación general ha aumentado recientemente impulsada por los precios de frutas y verduras, que aumentaron más de 18 por ciento anual en abril.
¿Y lo feo? Lo feo es que la inflación de servicios es particularmente reticente a bajar. Su variación anual en abril (5.2 por ciento) es igual a la del cierre de 2022. Ha tenido algunos aumentos y disminuciones, pero no tiene una tendencia decreciente como las mercancías. ¿Por qué es esto lo feo? Porque si no se modera la variación de estos precios, el proceso de disminución de la inflación se verá comprometido.
Esas son las cifras. Hay que ver qué lectura hacen de las mismas Banco de México y los analistas de la economía mexicana. Banco de México anunció el pasado 9 de mayo que mantendría sin cambio la tasa de interés de referencia. En su comunicado mencionan que “se prevé que la inflación de servicios presente un comportamiento más persistente respecto de lo anticipado previamente”. Sería interesante saber qué era lo que anticipaban previamente y qué esperan ahora.
En el mismo comunicado se afirma que el balance de riesgos continúa sesgado al alza. Pero lo más preocupante es que han pospuesto (por enésima vez) la fecha en la que esperan que la inflación converja a su objetivo de 3 por ciento. Esta fecha se pospuso del segundo al cuarto trimestre del 2025. Nada nos asegura que esta fecha no se vuelva a retrasar (varias veces).
Por su parte, los analistas encuestados por Citibanamex aumentaron ligeramente su expectativa de inflación para el cierre del año en el último mes (de 4.10 a 4.17 por ciento). Tal vez lo más interesante sea que la mayoría de los analistas esperan un recorte de la tasa de interés en la reunión de junio de Banco de México. Sólo cinco analistas, de 36 encuestados, esperan que el recorte sea después de junio.
Si partimos de que las últimas cifras de inflación no son buenas, los pronósticos de inflación se han deteriorado, el balance de riesgos para la inflación está sesgado al alza y los precios de los servicios no tienen para cuando empezar a bajar, se puede concluir que la meta de Banco de México está más lejos de alcanzarse. Un recorte a la tasa en junio parece un contrasentido y, sin embargo, se ve como altamente probable.
Es cierto que la tasa de interés real es elevada y que eso constituye una posición restrictiva del Banco Central. Por otro lado, me parece que las señales que envía el banco, las expectativas de los agentes económicos y, sobre todo, la credibilidad de la Junta de Gobierno de Banxico son lo más importante para lograr la meta de inflación. En este sentido, bajar la tasa de referencia es un error porque grita: no me importa la inflación. Sin embargo, lo más probable es que veamos un voto dividido en la próxima reunión de Banco de México. Ya veremos qué tan comprometida está la institución con su objetivo de inflación.