Ya tenemos el dato de inflación de 2024. Lo bueno: La inflación se redujo de 4.7 por ciento en 2023 a 4.2 por ciento en 2024 y ya está cerca del límite superior de la meta de Banco de México, que es de 4 por ciento. También es bueno que la inflación subyacente, que refleja de mejor forma la tendencia de la inflación, se encuentra por debajo de ese límite, en un nivel de 3.65 por ciento. Lo malo es que varios factores apuntan a que 2025 será un año complicado para la inflación.
La inflación general tiende a seguir la trayectoria de su componente subyacente. Este subíndice aumentó ligeramente en el último mes de 2024 y, aunque una golondrina no hace verano, existe el riesgo de que se interrumpa la trayectoria descendente que había mostrado durante el año. Es importante notar que la inflación de servicios ha mostrado una fuerte reticencia a disminuir, por lo que la reducción en la subyacente se debe al menor incremento en los precios de mercancías. Sin embargo, la inflación de mercancías puede aumentar.
Para empezar, la inflación de mercancías cerró el año en 2.5 por ciento, un nivel muy bajo que difícilmente se mantendrá en el largo plazo. El tipo de cambio se devaluó un poco más de 20 por ciento durante 2024 y ese ajuste cambiario se debe reflejar principalmente en los bienes comerciables (mercancías). Además, los datos de INEGI sugieren que los productores enfrentan cada vez mayores costos que tendrán que pasar al consumidor a través de un aumento en precios tarde o temprano.
En este sentido, vale la pena revisar los datos del Índice Nacional de Precios Productor (INPP). Este índice mide el nivel de precios de bienes y servicios que representan a toda la producción del país, no sólo los que enfrenta el consumidor. Si centramos nuestra atención en el subíndice de bienes y servicios intermedios para tener una idea de la presión de costos, el panorama es preocupante. La inflación de bienes y servicios intermedios pasó de ser negativa (-1.8 por ciento) en 2023 a un nivel de 8.6 por ciento en 2024. Con este aumento en los precios intermedios, la inflación que enfrenta el consumidor puede aumentar en 2025.
Aunque la convergencia de la inflación al objetivo de 3 por ciento de Banco de México está lejos de estar garantizada, esta institución está relajando su política monetaria. La tasa de interés objetivo se redujo de 11.25 por ciento a 10 por ciento en 2024 y se espera que se siga reduciendo durante el año. Los especialistas en economía encuestados por Banxico esperan, en promedio, que la tasa de fondeo interbancario cierre el año en 8.3 por ciento. No podemos contar con que Banco de México ayude a que la inflación llegue al 3 por ciento.
Además, tanto Banco de México como los analistas económicos parecen esperar que la inflación converja a su promedio histórico y no a la meta del banco central. Desgraciadamente, la inflación promedio de 2010 a 2019 fue 4 por ciento, muy por encima del 3 por ciento, que es el valor que debería tener, de acuerdo con la ley que rige al Banco de México. Los especialistas encuestados por el Banco de México esperan que la inflación promedie 3.7 por ciento entre 2025 y 2028, una cifra más cercana al promedio de la década pasada que a la meta del banco central.
Por su parte, el Banco de México pronostica que la inflación será 3.3 por ciento en el último trimestre de 2025 y 3 por ciento en el tercer trimestre de 2026. Sin embargo, el banco central no parece estar dispuesto en hacer lo necesario para que se materialice ese pronóstico. Me parece que Irene Espinosa era la única persona en la Junta de Gobierno de Banxico comprometida con la meta de inflación y, desgraciadamente, su periodo acabó en diciembre pasado.
También hay que mencionar que hay un factor que puede ayudar a controlar la inflación, aunque no es algo bueno para el país. La economía puede entrar en recesión durante 2025 y esto implica una menor presión de demanda para los precios. Esta puede ser la tormenta perfecta para las empresas del país que se encontrarán con una importante presión de costos y la dificultad de subir los precios por una menor demanda de sus productos.
El año 2024 representó una disminución importante en la inflación y su nivel está ya cerca del 4 por ciento. Sin embargo, varios factores pueden dificultar que se reduzca más y se acerque al nivel objetivo de 3 por ciento. Desgraciadamente, el Banco de México parece tener otras prioridades, aunque su único objetivo es el de la inflación. Al parecer, el banco central se conformará con que la inflación logre estar por debajo de 4 por ciento a pesar de que debería buscar la convergencia al 3 por ciento.