Perspectiva Global

Renovación del gobernador y respeto a la autonomía de Banxico

Por su talento, gran experiencia, logros y probidad intachable, no hay mejor opción que renovar a Alejandro Díaz de León al frente del Banxico.

En la conferencia matutina del presidente López Obrador del pasado viernes (21 de mayo), el reportero Michael O’Boyle, de Bloomberg, preguntó sobre la posible renovación de Alejandro Díaz de León como gobernador del Banco de México (dado que su periodo termina el 31 de diciembre de este año). El presidente contestó que no lo renovará. A raíz de este comentario, muchas personas han escrito y comentado que esto atenta contra la autonomía del Banco de México e inclusive que atenta con destruir esta institución. Yo no estoy de acuerdo debido a dos razones:

(1) Ejercicio de la autonomía del Banco de México. Uno de los mecanismos para salvaguardar la autonomía del Banco de México fue el diseño de la Junta de Gobierno, así como la manera en cómo se designan y ratifican sus miembros. Por un lado, la decisión de política monetaria no la toma el gobernador, sino un órgano colegiado: la Junta de Gobierno del Banco de México, que está formada por un gobernador y cuatro subgobernadores. Todos nombrados por el presidente y bajo ratificación del Senado. Por otro lado, el periodo del gobernador es de seis años, con el fin de que esté al frente del Banco Central en los últimos tres años del sexenio de un presidente y los primeros tres del siguiente presidente. Así, dependiendo de la edad del gobernador (menos de 65 años) y de lo que el titular del Ejecutivo desee, puede renovarlo o no. En este sentido, recordemos que el expresidente Calderón, en su gestión, reemplazó a un gran economista y reconocido banquero central, Guillermo Ortiz −que además en ese momento era presidente del consejo del Banco Internacional de Pagos (BIS)−, en lugar de renovarlo, cuando terminó su segundo periodo en 2009.

Por su parte, el periodo de los subgobernadores es de ocho años y se nombraron −desde un inicio−, para que sus cargos vayan terminando de manera escalonada, cada dos años. Así, por ejemplo, el presidente López Obrador tendría la oportunidad en su sexenio de renovar o reemplazar al gobernador (2021) y a tres subgobernadores (2018, 2020 y 2022): (i) Manuel Ramos Francia (2011-2018), (ii) Javier Guzmán (2013-2020) y (iii) Roberto del Cueto (2015-2022). No obstante lo anterior, el presidente va a tener la oportunidad de nombrar a cuatro subgobernadores en su sexenio, debido a que Roberto del Cueto decidió en 2018 no terminar su gestión. Por ello, el presidente pudo nombrar a dos subgobernadores ese año.

En las promesas de campaña −escritas tanto en el libro La salida (2017), como en Hacia una economía moral (2019)−, el Presidente prometió adoptar austeridad fiscal y respetar la autonomía del Banco de México. ¿Se ha atentado contra la autonomía del Banco de México? Sí, con la iniciativa legislativa para modificar la Ley del Banco de México −y otras leyes secundarias−, para que el Banco de México captara el exceso de dólares en efectivo. Sin embargo, no fue una iniciativa del presidente y afortunadamente quedó ‘congelada’. Entonces, en estricto sentido, el Presidente ha respetado la autonomía del Banco de México y cuando ha reemplazado miembros de la Junta de Gobierno lo ha hecho conforme a la ley.

(2) Nombramientos hasta el momento. El Presidente nombró a Jonathan Heath para reemplazar a Manuel Ramos Francia (2018), a Gerardo Esquivel para terminar el periodo de Roberto del Cueto (2018) y a Galia Borja para reemplazar a Javier Guzmán (2020). Los nombramientos fueron tomados muy bien por los participantes de los mercados financieros internacionales y en mi opinión, han actuado con mucha responsabilidad, seriedad y observando los más altos valores como funcionarios públicos en su gestión hasta el momento. En este sentido, el presidente López Obrador también ha cumplido su promesa con respecto a respetar la autonomía del Banco de México.

Ahora, en lo que no estoy de acuerdo es que el Presidente no reconozca la gran labor que ha hecho Alejandro Díaz de León al frente del Banco de México −en la peor recesión económica de México desde 1932−, y en donde además, fue reconocido internacionalmente como el ‘Banquero Central del Año’ por la prestigiada revista Central Banking. Asimismo, tampoco estoy de acuerdo en que comente que Banxico necesita más transparencia en torno a sus operaciones −cuando hay toda una plétora de información en su sitio de internet al respecto−, y peor aún, que lo acuse falsamente de haber aprobado un crédito que Bancomext le otorgó a Pemex para la adquisición de Fertinal, cuando fue director general, cosa que no sucedió debido a que Díaz de León entró a Bancomext un mes después de esta aprobación.

En mi opinión, no hay mejor opción que renovar a Alejandro Díaz de León por su talento, su gran experiencia, sus logros y su probidad intachable. Sin embargo, a la luz de los nombramientos que ha hecho el Presidente en torno a la Junta de Gobierno, creo que tampoco debe ser motivo de tanta preocupación, como algunos lo han externado.

El autor es director general adjunto de Análisis Económico y Relación con Inversionistas de Grupo Financiero Banorte y presidente del Comité Nacional del Estudios Económicos del IMEF.

Las opiniones que se expresan en esta columna no necesariamente coinciden con las del Grupo Financiero Banorte, ni del IMEF, por lo que son responsabilidad exclusiva del autor.

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