Perspectiva Global

Banxico continúa impulsando la transparencia con gran determinación

La Junta de Gobierno y el ‘staff’ del instituto central están llevando a cabo acciones para continuar con el proceso de mejora en la transparencia.

El Banco de México publicó el jueves pasado un comunicado anunciando dos modificaciones a su política de comunicación que entrarán en vigor pasado mañana: (1) Banxico publicará sus trayectorias pronosticadas para la inflación general y subyacente para los siguientes ocho trimestres −como lo hace actualmente en el informe trimestral−, pero ahora en cada reunión de política monetaria; y (2) se dará a conocer la decisión por la que votaron cada uno de los miembros de la Junta de Gobierno en el comunicado que acompaña cada decisión de política monetaria, en lugar de que se conozca hasta la publicación de las minutas, dos semanas después de que se da a conocer la decisión. En este sentido, no puedo estar más de acuerdo con estas dos medidas, que sin duda abonarán a mejorar la transmisión de la política monetaria en nuestro país. Como lo he expresado anteriormente en este espacio, considero vital la publicación de los pronósticos de inflación del propio Banco Central, sobre todo que ahora se encuentra en un régimen de ‘objetivo de pronóstico de inflación’ o ‘inflation forecast targetting’ (“Sobre la comunicación del Banco de México”, 6 de julio).

Sin embargo, esto no es todo lo que la Junta de Gobierno y el staff de nuestro instituto central está llevando a cabo para continuar con el proceso de mejora en la transparencia, que empezó hace más de veinte años y que el gobernador Díaz de León ha liderado con gran determinación en estos últimos años. Hace algunas semanas, el Banco de México publicó el libro titulado Instrumentación de las operaciones monetarias, cambiarias y de administración de reservas del Banco de México y en breve publicará −junto con el Museo Interactivo de Economía (Mide)− tres volúmenes con una serie de lecturas sobre los temas más relevantes de la economía mexicana, editadas por el subgobernador Jonathan Heath y en donde participaron expertos en dichos temas, tanto del Banco de México como de otras instituciones públicas y privadas. En su momento escribiré sobre estas lecturas, cuando se publiquen. Así, haré una breve reseña sobre el libro de operaciones de banca central, que pueden ‘bajar’ directamente de esta dirección URL

https://www.banxico.org.mx/publicaciones-y-prensa/e-library/d/%7BBED1A837-2860-7617-BAC6-4F5A9648DF73%7D.pdf.

Considero que este documento de 244 páginas es el esfuerzo más relevante y completo que ha hecho nuestro instituto central para dar a conocer con lujo de detalle la manera en la que se lleva a cabo la conducción de la política monetaria ‘a nivel de cancha’. ¿A qué me refiero? A que existe una gran cantidad de libros de texto que explican los fundamentos de la banca central y la política monetaria. En estos libros se tocan temas torales como los objetivos e instrumentos de los bancos centrales y el canal de transmisión de la política monetaria, entre otros. Sin embargo, considero que la mayoría se quedan cortos cuando intentan explicar la liga entre el banco central y la economía −vía el sistema financiero−, así como en los temas relacionados con la política cambiaria. Pero lo que considero que es todavía menos común, es que lleguen a tratar temas relacionados con las reservas internacionales, ya no se diga sobre su administración.

Así, seis experimentados y experimentadas economistas del Banco de México se dieron a la tarea de redactar con gran rigurosidad y a la vez, con un afán y tono didáctico, tres capítulos que ofrecen luz sobre los temas que rara vez tratan los libros de texto. Jaime Acosta, Rodrigo Cano, Gerardo García, Óscar Palacios, Andrea San Martín y Claudia Tapia, a quienes tengo el gusto de conocer desde hace casi dos décadas y a quienes respeto profesionalmente y estimo personalmente, dedicaron 87 páginas (35.7 por ciento) a hablar sobre la instrumentación de la política monetaria, 53 páginas (21.7 por ciento) a la instrumentación de la política cambiaria y 76 páginas (31.1 por ciento) a platicar sobre la administración de reservas internacionales (en las 28 páginas restantes se encuentran el índice, el prólogo, las conclusiones y un glosario).

El prólogo es del gobernador Díaz de León, quien con maestría da un recuento breve sobre los inicios de la banca central en el mundo, desde el Sveriges Riksbank (banco central de Suecia) a finales del siglo XVII, hasta los bancos centrales de nuestros días y cómo han ido evolucionando sus funciones y objetivos, para dar entrada a las operaciones de banca central, con las que da cumplimiento a dichos objetivos. Destaco también que el libro está dedicado a dos personas a quienes tuve el honor y privilegio de conocer: Javier Duclaud González de Castilla y Juan Pérez Porrúa, que desafortunadamente ya no se encuentran con nosotros físicamente, pero que sus ideas, hechos y enseñanzas están plasmadas en la operación de nuestro Banco de México, así como entre quienes ahí laboran actualmente y quienes tuvimos la honrosa oportunidad de trabajar para esta gran institución, pilar de la estabilidad macroeconómica de nuestro país.

* El autor es director general adjunto de Análisis Económico, Relación con Inversionistas y Sustentabilidad de Grupo Financiero Banorte, presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF y miembro del Comité de Fechado de Ciclos de la Economía Mexicana.

* Las opiniones que se expresan en esta columna son a título personal.

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