La semana pasada el tipo de cambio peso-dólar regresó a niveles que no se observaban desde antes de la pandemia de Covid-19, por debajo de los 19 pesos por dólar. Existen varias razones por las cuales el peso mexicano observa semejante comportamiento. Dedicaré lo que resta de este espacio para comentar cuáles son los factores que considero que están propiciando este comportamiento, así como lo que pienso que puede ocurrir hacia delante. El tipo de cambio es un precio. Probablemente el precio más importante para una economía porque define la cotización de una moneda frente a otra. Desde el acuerdo de Bretton-Woods en 1944, la divisa de referencia contra la cual se cotizan las monedas es el dólar de los Estados Unidos. Inclusive, mucha gente en mercados emergentes ve al tipo de cambio como “el precio del dólar”. De cierta manera así es. Sin embargo, no es tan simple.
El tipo de cambio es el valor de una moneda frente a otra, en este caso frente al dólar. En este par de divisas (peso y dólar) hay factores que afectan a una, a otra o a las dos. Por ejemplo, si se observa una ‘baja’ del tipo de cambio peso-dólar. Es decir, se mueve de 19 a 18 pesos por dólar por una buena noticia en México, relativa a otros países que compiten con México, en su mayoría emergentes (e.g. Brasil, Colombia, Sudáfrica, Turquía), entonces se considera que el peso mexicano se apreció o se fortaleció con respecto al dólar. Por su parte, si el tipo de cambio peso-dólar disminuye de la misma manera, de 19 a 18 pesos por dólar por una disminución de las tasas de interés en los Estados Unidos, entonces se dice que el dólar se depreció o perdió terreno. En este ejemplo, probablemente el dólar se haya depreciado con respecto a varias divisas, no solo con respecto al peso mexicano, pero si nos encontramos enfocados en el peso mexicano, entonces se dice que el dólar se depreció frente al peso mexicano. Normalmente existen varios factores que afectan a una o a otra divisa, de diferente forma y no necesariamente en el mismo momento en el tiempo.
Así, considero que hay siete factores que están provocando que el tipo de cambio peso-dólar se encuentre ‘bajando’. En mi opinión, hay seis factores que han propiciado el fortalecimiento del peso mexicano y un factor que ha debilitado al dólar de los Estados Unidos. Asimismo, de los seis factores que han fortalecido al peso, cuatro son internos y dos son de origen externo. Así, los factores de origen interno que han fortalecido al peso son: (1) Banco de México, en particular sus acciones decisivas y oportunas en cuanto a su política monetaria. El incremento de la tasa de interés de referencia de 6.5 puntos porcentuales que han llevado a cabo desde junio de 2021 ha sido clave para observar el fortalecimiento del peso; (2) déficit de cuenta corriente relativamente pequeño (México: 1.6 por ciento del PIB en 3T22; Colombia: 6.4 por ciento; Chile: 8.5 por ciento, en el mismo periodo de tiempo) y bien financiado; (3) estado de las finanzas públicas, relativo a otras economías, sobre todo debido a que el Gobierno mexicano prácticamente no instrumentó un paquete de apoyo fiscal para atajar la pandemia de Covid-19, cuando más del 90 por ciento de los países sí lo hizo. Asimismo, el Presidente no ha amenazado con quitar el mecanismo que ancla legalmente las finanzas públicas, como está ocurriendo en Brasil; (4) estabilidad social, también relativa a otros países emergentes. México no se encuentra reescribiendo su Constitución, como es el caso de Chile, por ejemplo y tampoco se encuentra plagado de protestas violentas en contra el gobierno, como ocurre en Perú. A su vez, los factores de origen externo que considero que han propiciado una apreciación del peso son: (5) Reducción del universo de inversión financiera. Es decir, los inversionistas globales ya no pueden invertir en Rusia debido a las sanciones impuestas por la invasión del presidente ruso Putin a Ucrania. Asimismo, una gran cantidad de fondos de inversión se están desinvirtiendo de China, debido al escalamiento de las tensiones geopolíticas con el oeste e invertir en Turquía se ha vuelto muy complicado por el debilitamiento institucional que ha llevado a cabo el presidente Erdogan, particularmente del banco central. Esas inversiones se han canalizado a otros mercados emergentes, claramente incluyendo a México; y (6) relocalización. Esta tendencia global conocida como near-, re- o friendshoring, en donde se ha observado una tendencia desglobalizadora de relocalizar plantas, fábricas y centros de distribución de Asia y Europa del este a Estados Unidos y Latinoamérica, particularmente a México (‘Nearshoring’ en México, una realidad, 29 de noviembre, 2022).
Por último, el factor que ha debilitado al dólar: (7) percepción de que el Banco de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) no subirá tanto las tasas de interés en el ciclo restrictivo actual. El Fed ha incrementado la tasa de fed funds de un intervalo de 0.00-0.25 por ciento, a un intervalo de 4.25-4.50 por ciento desde el año pasado. Si bien el consenso de analistas y lo que se encuentra descontado en los activos financieros relacionados es que el Fed todavía aumentará la tasa alrededor de 50 puntos base más (0.50 puntos porcentuales), esto representa un incremento menor con respecto a lo que se anticipaba hace algunas semanas. Hacia delante no anticipo que el peso puede fortalecerse mucho más. Sin embargo, se percibe que podría continuar reflejando una gran fortaleza y permanecer alrededor de los 19 pesos por dólar en promedio a lo largo del año.
* El autor es economista en jefe para Latinoamérica del banco Barclays y miembro del Comité de Fechado de Ciclos de la Economía de México.
* Las opiniones que se expresan en esta columna son a título personal.