Gustavo de Hoyos Walther

Tan lejos de Dinamarca

Si queremos alcanzar el nivel de desarrollo de países como Dinamarca debemos comenzar a trabajar desde hoy, para cosechar los frutos dentro de varios lustros o décadas.

El capítulo quizá más ilustrativo del libro del politólogo Francis Fukuyama, Political Order and Political Decay, es a la vez una pregunta: ¿cómo se llega a Dinamarca? El país de Hamlet es, para Fukuyama, la utopía posible: el tipo de nación que todos admiran por su seguridad pública, prosperidad económica, predominio de la clase media y grandes sistemas de educación y salud pública.

Sin duda, se trata de una nación que concita la admiración de propios y extraños. Todo mundo sabe, sin embargo, que llegar a “Dinamarca” requiere tiempo, esfuerzo y fortuna. Nadie que no sea un demagogo podría atreverse a decir que “seremos Dinamarca” en el corto plazo. Pero eso es precisamente lo que ha dicho López Obrador, una y otra vez. Y lo ha dicho, principalmente, en lo que se refiere al sector salud.

En su última homilía, el Presidente mexicano señaló que por fin seríamos Dinamarca, pero no en diciembre, como había dicho hace poco, sino en marzo del 2024. La frivolidad aquí es inconmensurable. Si México quiere alcanzar el nivel de desarrollo de países como Dinamarca debemos comenzar a trabajar desde hoy, para cosechar los frutos dentro de varios lustros o décadas.

A pesar de eso, podríamos mejorar nuestra situación en el corto y mediano plazos si introducimos cambios necesarios en el sector salud. Sin embargo, al parecer tendremos que esperar a un cambio de gobierno en 2024. Esto es así porque el régimen actual no ha podido ni querido llevar al país a una mejor situación en materia de salud pública.

De acuerdo con el Presupuesto para el 2024, el gasto en salud aumentará un 5.8 por ciento en comparación con el 2023. Lo cual no se encuentra todavía en los niveles deseados. Además, como bien lo señala México Evalúa, a las personas con menos recursos le tocaría la menor parte en ese incremento.

El supuesto aumento en el gasto en salud podría no ser tal si recordamos que, en años anteriores, el gobierno infló las cifras, mediante transferencias al Fonsabi que luego regresaron a la Tesorería. Se trata a todas luces de una simulación que busca engañar haciendo creer que se aumenta el gasto cuando en realidad se disminuye. Esto mismo bien podría ser el caso en 2024.

Ahora, si bien es cierto que el gasto en salud per cápita aumentará, según el plan del gobierno, esto se debe en realidad a que disminuyó considerablemente el número de personas atendidas en instituciones públicas. Según México Evalúa, si consideráramos el número de usuarios del sistema de salud en 2018, el gasto per cápita en este rubro en 2024 sería el menor en todo el sexenio.

La tragedia de este régimen es clara: el presupuesto en salud llega cada vez a un menor número de personas. No sólo eso: el número de consultas médicas ha caído durante este sexenio y eso que estamos hablando de un momento crítico caracterizado por la pandemia del covid.

No, de ninguna manera estamos cerca de ser Dinamarca y más bien nos alejamos de ella a pasos agigantados.

Gustavo  de Hoyos Walther

Gustavo de Hoyos Walther

Abogado y Diputado Federal.

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