Gustavo de Hoyos Walther

México se aisla

Asistir a la toma de posesión de Nicolás Maduro sería un grave error del gobierno de Claudia Sheinbaum, pues aislaría a México en su propio vecindario.

Recientemente un grupo de cancilleres de la región latinoamericana suscribieron una carta en la que rechazan el hecho de que se le otorgue la investidura presidencial a Nicolás Maduro en Venezuela “por carecer de legitimidad democrática y de evidencia verificable de integridad electoral “.

Argumentan, con toda razón, que de acuerdo a los datos más confiables acreditados por observadores electorales de la talla del Centro Carter: “Eduardo González obtuvo un triunfo contundente”. A esto hay que agregar que la institución electoral venezolana nunca publicó las actas electorales para que pudieran cotejarse con los datos que dio a conocer la oposición y otros grupos cívicos.

Los firmantes terminan la carta aludiendo al probable peligro que corre la vida de Eduardo González, en caso de que estuviera en territorio venezolano. Finalmente, alertan sobre la posibilidad de que el gobierno de Maduro pudiera impedir el derecho de asilo que le corresponde tanto a él como a otros miembros de la oposición.

La pretensión de consolidar lo que parece una imposición a partir de un fraude electoral ha sido rechazada por varias naciones del mundo civilizado. Ni la Unión Europea ni Estados Unidos la han visto con buenos ojos.

Este también ha sido el caso del secretario general de las Naciones Unidas, así como del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos de la Misión Internacional Independiente de Investigación sobre Venezuela.

En cuanto al Hemisferio Occidental, muchos países de la región no parecen avalar esta transmisión de poder ilegítima que va a suceder en Caracas. Entre las excepciones se encuentra el gobierno mexicano, que no México como país. Es curioso que la llamada 4T no haya llamado a un plebiscito para que la ciudadanía decida si quieren que la Presidenta o alguien de su equipo viaje y esté presente en la ceremonia de la toma de posesión de Nicolás Maduro.

Hacer esto sería un grave error del gobierno encabezado por Sheinbaum, pues tendría el efecto inmediato de aislar a México en su propio vecindario.

La verdad de las cosas es que, a pesar de que en México el proyecto populista autoritario con retórica de izquierda se ha consolidado, no lo ha hecho en el resto del continente. La derrota reciente del peronismo en Argentina fue indudablemente una derrota del bloque populista en América Latina, sobre todo a la luz del triunfo en ese país de una opción totalmente opuesta a la izquierda autoritaria.

Los aliados del régimen de Maduro son cada vez menos y cada vez más débiles. Tampoco son buenas noticias para él, el triunfo de Trump en Estados Unidos ni la posible victoria del Partido Conservador en Canadá.

Ante esta crítica, el régimen que nos gobierna pudiera responder que no le importa quedarse aislado siempre y cuando se encuentre del lado de la justicia. A lo que habría que responder si hay justicia en el intento de quitarle por la fuerza el triunfo legítimo a un líder que ganó por las buenas.

Quizás no haya peor elección que la que implica debilitarse a sí mismo al tiempo que se es injusto. El peor de los mundos posibles.

Gustavo  de Hoyos Walther

Gustavo de Hoyos Walther

Abogado y Diputado Federal.

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