Por José Luis Arrieta Aguilar y Alma Lilia López, presidente e integrante del Comité Técnico Nacional de Tesorería del IMEF, jlarrieta@grupovalue.mx y allp@herdez.com
Con anterioridad, se ha mencionado que la Tesorería ha dejado de ser un área aislada dentro de una empresa para transformarse en un departamento que apoya el crecimiento estratégico, financiero y de negocio. Actualmente su evolución ha llegado a un punto en el que cada vez más organizaciones están reconociendo su valor real ante lo que sucede en los mercados financieros, las regulaciones y los diferentes medios de comercialización que cada vez evolucionan más.
La pandemia fue uno de esos eventos que llegó a revolucionar la manera en que se comercializan servicios y bienes; muestra de esto es que diversas industrias como la restaurantera, transporte, tiendas mayoristas y minoristas, etc. han encontrado en el comercio electrónico una vía para mostrar y hacer llegar sus diversos productos y tipos de servicio.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), México ha mostrado un crecimiento constante de doble dígito en los últimos años en temas de comercio electrónico, habiendo superado los 400 mil millones de pesos en 2021, los cuales se estiman que representan el 11% del total de ventas al menudeo.
Con base en lo anterior, México se sitúa dentro de los cinco países con mayor crecimiento en comercio electrónico, incluso arriba de otros países latinoamericanos con mayor volumen de mercado. Si comparamos a países desarrollados como Estados Unidos, Francia o Alemania, quienes poseen un porcentaje de ventas on-line entre el 20 y 50%, podemos concluir que aún hay un gran potencial de desarrollo y de oportunidad de crecimiento dentro del comercio electrónico.
En sus inicios, cuando el comercio electrónico arrancaba y se veía como una área complementaria para el desarrollo de ventas, una de las hipótesis más complicadas de demostrar era aquella que contradecía que el consumidor busca una experiencia de compra y el comercio electrónico simplemente no la ofrecía; sin embargo, hoy está probado que los consumidores reconocen los beneficios de las compras por internet, sobre todo porque toman en cuenta el beneficio de una entrega a domicilio y el ahorro en tiempo y dinero para trasladarse al punto de venta.
Hoy también se comprueba que el comercio electrónico no está limitado a productos esenciales o de consumo diario o necesario ya que podemos observar que tanto los supermercados como las marcas de lujo, cuyos productos son de un alto valor, pueden ser ambos comercializados vía internet.
La elección de los socios comerciales
Del lado del proveedor de servicios financieros también vale la pena mencionar que se ha logrado proveer mayor seguridad en los métodos de pago, donde las tarjetas de crédito y débito siguen siendo los más utilizados; no obstante, los pagos en efectivo contra entrega y monederos electrónicos toman cada vez más relevancia.
Por tal razón, la estrategia de pagos hace a las tesorerías un motor de crecimiento para el negocio.
En este proceso de perfeccionamiento, aprendizaje y transformación hay que reconocer que hemos tenido grandes enseñanzas, ya que como se ha mencionado en diferentes fuentes de información, el crimen cibernético es uno de los más altos riesgos existentes y con el mayor impacto económico para cualquiera que tenga un rol en el proceso de comercio electrónico y hoy en día se puede gozar de mayor certeza jurídica al respecto. Por todo ello, se vuelve fundamental que las empresas y las entidades financieras inviertan en medidas que ofrezcan a los consumidores seguridad y tranquilidad para realizar sus compras.
Por último, pero no menos importante, es vital poder contar con un socio de negocios que se encargue de la entrega en tiempo y forma de los bienes comercializados y que permita a la empresa centrarse en la experiencia del cliente.
En el IMEF, y particularmente en el Comité Técnico Nacional de Tesorería, compartimos con frecuencia las experiencias y mejores prácticas para adecuar los procesos y controles que permitan mitigar fraudes y robustecer la seguridad cibernética. Así mismo, coincidimos que una estrategia para incrementar el volumen de ventas de las empresas sería la implementación de un modelo de negocio digital, lo cual implica la creación de una plataforma de comercio electrónico que abra a las empresas la oportunidad de acercarse a nuevos clientes potenciales.