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Visión económica del país y panorama de financiamiento

Una pérdida de grado de inversión trae consecuencias severas, pues cesan de fluir las inversiones hacia el país, emigran capitales y en consecuencia, el dinamismo económico comienza a caer.

Presidente del Comité Técnico Nacional de Finanzas Corporativas y Tesorería IMEF.

Comenzamos el sexenio con un panorama económico desafiante y es que actualmente México cuenta con grado de inversión por parte de todas las agencias calificadoras, sin embargo, los cambios en materia legislativa recientemente promovidos se perciben como medidas que debilitan la certidumbre jurídica en el país, lo cual, en consecuencia, podría traer perspectivas negativas de calificación del riesgo soberano en un corto plazo.

Es bien sabido que las implicaciones de una pérdida de grado de inversión traen consecuencias severas, pues cesan de fluir las inversiones hacia el país, emigran capitales y en consecuencia, el dinamismo económico comienza a caer. Esto sin considerar que la duración de dicho impacto podría llevar otro sexenio, ya que históricamente un país que pierde su grado de inversión no lo recupera tan rápida ni fácilmente.

Evidentemente la baja de una calificación crediticia y más aún la pérdida de la calificación de grado de inversión, trae consecuencias inmediatas en el tema del acceso al financiamiento, sea deuda o capital. Hoy, México puede presumir que cuenta con un ecosistema diverso con gran número de inversionistas apostando por temas de bancarización, digitalización, crédito, etc.; sin embargo, esto se nos puede ir de las manos si el grado de inversión se llegará a perder.

¿Sequía en el financiamiento?

A la luz de la Reforma Judicial, se vive una disminución en la actividad crediticia que se espera dure un par de meses en lo que se asimilan los cambios, misma que es atribuible al cambio de gobierno y a los impactos que este conllevaría, pero sobre todo, al impacto de la Reforma Judicial, que para muchas instituciones financieras trae un efecto negativo inmediato dada la incertidumbre en la potencial ejecución de garantías reales, es decir, aquellas instituciones con cartera con garantía hipotecaria son las que podrían verse más afectadas.

Lo anterior trae como efecto colateral que justamente el gremio de las Sofomes y en general, las instituciones financieras no bancarias enfrenten actualmente una falta de liquidez por parte de sus fondeadores.

No obstante, lo anterior, se espera que la banca siga participando en temas de financiamiento de los distintos proyectos que opera el sector empresarial.

La banca, a la fecha, mantiene muy buen índice de capitalización y posee buena liquidez. Cabe destacar que la calidad crediticia de la cartera de los bancos sigue siendo muy satisfactoria; sin embargo, a la luz de los hechos y expectativas mencionadas anteriormente, no se descarta un deterioro en la misma, sin que esto sea de preocupación para la banca.

La expectativa en tasas para crédito se mantiene a la baja dado que, con el dato de inflación revelado por el Inegi, que resultó de ser 4.58 por ciento anual para el mes de septiembre, se fortalece la expectativa de que el banco central continúe paulatinamente en los próximos meses bajando la tasa de referencia, lo que conlleva a un recorte de 25 puntos base para su próxima reunión del 14 de noviembre de 2024 y con lo cual, la tasa de referencia llegaría a un nivel de 10.25 por ciento.

En el Comité Técnico Nacional de Finanzas Corporativas y Tesorería del IMEF hemos comentado que, partiendo de donde estamos actualmente, se vuelve mandatorio para el gobierno entrante tener un control de egresos muy estricto, incluyendo aquellos planes de inversión dirigidos a las principales sectores y empresas paraestatales del país, y en su caso, preferir dirigir esos recursos a proyectos de infraestructura que permitan al país tomar ventaja del llamado efecto de nearshoring. Tomando este último término de nearshoring, definido así a esta necesidad de reacomodo logístico de la cadena de proveeduría de empresas globales y que puede en gran manera beneficiar a nuestro país dada su geografía, es una situación coyuntural que difícilmente se puede repetir en otro momento de la historia, razón por la cual se vuelve prioridad tomar ventaja de esto y recibir lo más que se pueda de inversión extranjera que pueda provocar la creación de empleos y en general, de la economía.

No menos importante será el seguir manteniendo políticas comerciales firmes con Estados Unidos ya que el tratado comercial con el principal socio comercial de México también podría verse modificado a la luz del proceso electoral que está viviendo dicho país actualmente.


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