Una semana después del primer debate presidencial, las tendencias en las preferencias electorales son evidentes y muestran a Claudia Sheinbaum, candidata de Morena, manteniendo una sólida delantera, con un 61.8 por ciento de apoyo. Su consistencia parece derivar del respaldo a las reformas del actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, y su enfoque en una economía inclusiva.
Por otro lado, Xóchitl Gálvez, que había marcado el debate como una oportunidad clave para cerrar la brecha con Sheinbaum, no logró capitalizar el momento. A pesar de su enfoque en temas como la igualdad en la educación y la crítica a las políticas vigentes, sigue en un distante segundo lugar.
En cuanto a Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, aunque su apoyo subió al 8.1 por ciento tras anunciar su precandidatura, no ha logrado un impacto significativo después del debate, lo que podría reflejar las limitaciones de su estrategia de campaña o la dificultad de conectar con un electorado más amplio.
Este análisis revela que Sheinbaum sigue siendo la favorita para la presidencia, mientras que el intento de Gálvez por afectar su liderazgo en el debate resultó infructuoso. Álvarez Máynez, aunque marginal, todavía puede influir en el discurso político, especialmente entre los votantes indecisos.
Con más debates y eventos de campaña en el horizonte, será crucial ver cómo evolucionan las estrategias de los candidatos y cómo responden a las necesidades y expectativas del electorado. Las preferencias de los votantes reflejan no solo su respuesta a las propuestas y personalidades de los candidatos, sino también cómo perciben que estos líderes enfrentarían los futuros desafíos de México.