El discurso que Trump no necesita el T-MEC no es solo una bravata política, es una posibilidad respaldada por su historial y sus promesas de campaña. Claudia Sheinbaum, presidenta de México, ha señalado que ya se prepara un documento para demostrar los beneficios del tratado para México, Estados Unidos y Canadá. Además, los negociadores mexicanos argumentan que imponer aranceles sería contraproducente para Estados Unidos: elevaría los precios para los consumidores y provocaría represalias de México, afectando a los exportadores estadounidenses. Pero, ¿realmente estas amenazas de Trump son solo tácticas de negociación? Los hechos sugieren una realidad más compleja: Trump no solo podría salir del T-MEC, sino hacerlo mitigando sus costos económicos mediante estrategias que ya ha utilizado en el pasado.
Existen además otras consideraciones; fuera del T-MEC, Trump tendría la facultad de decidir qué productos estarían sujetos a tarifas. Esto significa que el gobierno de los EU podría imponer, por ejemplo, un arancel del 25% a la importación de automóviles, o alternativamente podría establecer uno simbólico de un dólar, minimizando el impacto en los consumidores norteamericanos.
La pregunta entonces no es si Trump podría abandonar el T-MEC sin consecuencias, sino por qué lo haría. La respuesta está en su objetivo político: sembrar incertidumbre entre las empresas estadounidenses que consideran invertir en México, incentivándolas a quedarse en Estados Unidos o incluso a regresar. Esta fue una de sus promesas de campaña. Además, como ya lo dijo, busca presionar a México para que intensifique los esfuerzos en detener el flujo de fentanilo y la inmigración ilegal, temas clave de sus promesas de campaña.
El argumento de que imponer aranceles a productos importados desde México generaría aumentos significativos en los precios para los consumidores estadounidenses, pasa por alto las herramientas que Trump tiene a su disposición para neutralizar estos impactos. Por ejemplo, si un arancel del 25% elevara el precio de un automóvil de $30,000 a $37,500 dólares, Trump podría establecer deducciones o créditos fiscales en el año de la compra, compensando directamente el incremento en los costos. Esta estrategia sería similar a las políticas de incentivos fiscales aplicadas por la administración Biden para fomentar la compra de automóviles eléctricos.
El otro argumento en contra de una salida del T-MEC es que los exportadores estadounidenses podrían enfrentar represalias arancelarias por parte de México, como lo ha señalado el secretario de Economía, Marcelo Ebrard. Sin embargo, Trump ha demostrado ser capaz de manejar este tipo de situaciones mediante políticas compensatorias. Un ejemplo es China. Cuando impuso restricciones a las importaciones de productos agrícolas estadounidenses en respuesta a los aranceles de Trump, su administración implementó subsidios directos a los agricultores para compensar las pérdidas sufridas. Esta estrategia no solo neutralizó el impacto económico en el sector, sino que también reforzó el apoyo político de su base rural, un segmento fundamental de su electorado. Trump podría replicar esta estrategia ofreciendo subsidios a las industrias norteamericanas afectadas por aranceles de represalia mexicanos, minimizando el impacto político de una salida del tratado.
México se encuentra en una posición vulnerable. El T-MEC no solo garantiza acceso preferencial al mercado estadounidense, sino que también brinda estabilidad y previsibilidad a los inversionistas extranjeros. Sin el tratado, México perdería competitividad, dejaría de ser un mercado atractivo para nuevas inversiones, además, algunas empresas evaluarían la posibilidad de regresar a EU. Esto es parte de lo que Trump pretende con salir del T-MEC.
La negociación que viene será compleja. Estados Unidos cuenta con herramientas para manejar una salida del T-MEC con impactos limitados en su economía y electorado, mientras que México enfrenta un panorama lleno de incertidumbre. EU aprovechará este desequilibrio para imponer condiciones que atiendan sus intereses. Trump tiene otros datos, y México debe prepararse para jugar en un terreno que claramente no controla.
La siguiente columna saldrá el día lunes 13 de enero de 2025. Felices fiestas para todos los lectores. Gracias por su confianza y acompañarnos este año.