Javier Murillo

Metaverso

El metaverso es una realidad virtual digital que combina aspectos de las redes sociales, los juegos en línea, la realidad aumentada, la realidad virtual y las criptomonedas,

En 1992 el autor Neal Stephenson acuñó el término ‘metaverso’ en su novela Snow Crash. Uno de los temas principales es la naturaleza de la humanidad. En la novela existen dos sociedades diferentes, una real y otra virtual llamada Metaverso; los avatares humanos y los agentes de software interactúan en un espacio virtual tridimensional distópico.

La pandemia por Covid-19 aceleró la adopción digital, a medida que las personas se vieron obligadas a hacer su vida desde casa en forma remota. Hasta las generaciones menos digitales como los X y boomers se vieron obligados a desarrollarse en una realidad digital. Lo que sí sabemos es que si no hubiéramos tenido un mundo digital paralelo, hubiera sido prácticamente imposible sortear los efectos socioeconómicos de la pandemia.

Esta transformación digital obligatoria tuvo varias repercusiones. Amazon se volvió el gigante del retail; Zoom se convirtió en una palabra genérica para referirse a una reunión virtual; Elon Musk, Richard Branson y Jeff Bezos aceleraron en la carrera espacial privada, no sabemos si por miedo o por precaución, de una forma u otra, los tres buscan nuevos horizontes fuera de este planeta. Pero otros como Mark Zuckerberg apostaron en sentido contrario, la inmersión del humano en una realidad virtual llamada metaverso.

El metaverso es una realidad virtual digital que combina aspectos de las redes sociales, los juegos en línea, la realidad aumentada, la realidad virtual y las criptomonedas, con el fin de permitir a los usuarios vivir la vida virtualmente. Solo faltará que nos alimenten con fluidos nutricionales y que nos usen como pilas, para que se vuelva realidad la película The Matrix, de 1999.

Hace 18 años una empresa llamada Linden Lab lanzó Second Life, una plataforma que pretendía que los humanos viviéramos una segunda vida virtual, usando un avatar que permitía interactuar con otros avatares dentro de la aplicación, esa primera prueba no salió tan bien, era aburrida. En esta ocasión, el destino de los metaversos puede ser diferente, ya que hay más cosas que hacemos en línea y los nativos digitales, son eso, gente que vive inmersa en un mundo digital.

Si me preguntan qué aventura quiero vivir como humano, entre colonizar otro planeta y vivir una vida ‘color de rosa’ dentro de un metaverso, en lo personal prefiero arriesgar mi vida para hacer de la humanidad una especie interplanetaria.

El autor es fundador y presidente del Consejo de Metrics.

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