Javier Murillo

La ‘nueva’ libertad de expresión

Las redes sociales son un ejemplo de estos portales gigantes que guardan tanta información generada por sus usuarios, que incita a la tentación de buscar lo que está ahí dentro.

En lo que se refiere a la información que se encuentra en Internet, se identifican tres grandes niveles donde se publica e intercambia información.

El nivel profundo, donde la información que existe ahí no se indexa en buscadores públicos; el nivel que conocemos como Internet, en el que la mayoría de las páginas están indexadas en buscadores como Google; y el nivel de las aplicaciones que corren sobre Internet, que tienen un dominio y son grandes concentradores de contenidos generados por los usuarios, algunas de estas aplicaciones son tan grandes que tienen sus propios buscadores.

Las redes sociales son un ejemplo de estos portales gigantes que guardan tanta información generada por sus usuarios, que existe un interés por buscar información que solo está ahí dentro. Me he encontrado millennials y centennials que dicen que usan más TikTok para buscar información que incluso Google. Y es que sí, esta red social aprendió de todos sus competidores y de origen, arregló varios de los problemas de búsqueda que tienen otras redes sociales como Facebook, que su buscador es el peor del mercado.

Cuando una filtración de información se encuentra en el nivel más profundo, hay muy poco que hacer, porque no hay forma de reclamarle a alguien, en general este tipo de filtraciones solo se pueden atender mediante fuerza policial y solo queda la esperanza de que se atrapen a los hackers responsables.

En el caso de que la filtración suceda en la antes conocida como www (World Wide Web), o el Internet en el que el resto de los mortales vivimos, hay más opciones y la fuerza que se tiene que ejercer es legal, no por nada han aparecido cientos de despachos especialistas en estos temas. Las más visibles son las demandas, sobre todo en Europa, en la que ha habido varios fallos en contra de Google y los contenidos que ha indexado, pero esto no solo atañe a los buscadores; también son conocidos los casos en los que se ha exigido a portales, sobre todo de noticias, que bajen información.

El tercer nivel y el menos regulado, pero también el más atacado y, por tanto, incierto, es el de las filtraciones que se dan en las redes sociales; ahí sí, todas dicen lo mismo. Tanto Twitter, como Facebook y ahora TikTok, culpan a los usuarios, y siempre se escudan bajo el hecho de que solo están dando un servicio y que están en pro de la libertad de expresión. Este hecho que ya está impulsando a los poderes legislativos del mundo a discutir algo que ya teníamos ganado: la libertad de expresión y sus límites.

En lo personal no veo cómo podamos resolver esto, hasta que no se identifique a un humano responsable detrás de cada cuenta de redes sociales.

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