Si hay una figura que nació en controversia y sigue siéndolo, es la de corresponsales bancarios. A ellos se les debe una gran parte de la ampliación amigable del servicio bancario en cada esquina del país, desde luego con su costo asociado para los clientes de la banca, pero hay que reconocer que fueron y son un brazo extendido de la banca para llegar a más lugares.
Hay más de 50 mil corresponsales registrados en el país, siendo la cadena Oxxo la que concentra el mayor número con más de 19 mil puntos, seguido de la Red Yastás y Walmart; en conjunto atienden al 74 por ciento de los municipios y tienen una cobertura demográfica del 98 por ciento; lo que más realizan las personas en los corresponsales bancarios son depósitos y destaca que sus principales usuarios tienen entre 30 a 39 años, y ese es quizás uno de los puntos que más debe llamar la atención, porque también es el rango de edad de las personas que hacen uso de la banca en línea o en el móvil.
Si bien los corresponsales bancarios podrían seguir siendo parte de la estrategia de diversas figuras financieras como las Sofipos, por ejemplo, los bancos reconocen que la mejor forma de seguir generando inclusión va a ser a través de banca digital no solo por los costos, sino por la capacidad de llegada que tienen con todos los clientes, explicaba Eduardo Osuna, vicepresidente de la Asociación de Bancos de México (ABM) y director de BBVA México.
Por ello, es muy interesante lo que pueda pasar con los corresponsales bancarios. Algunos bancos por diversas cuestiones que han hecho públicas, (aunque no necesariamente sea la verdadera razón), han dejado de operar con una cadena tan grande como Oxxo; Banorte desde hace tiempo y Citibanamex próximamente, pero también no olviden que la cadena ya es una Fintech con su servicio Spin donde envía y recibe dinero y hace otras operaciones.
Aunque no se espera que cambie pronto la fuerza de los corresponsales bancarios, lo que es cierto es que en los últimos dos años los usuarios de las aplicaciones bancarias se han duplicado al llegar a 30 millones de personas; los usuarios de banca por Internet superan los 54 millones; los contratos ligados a un celular en promedio anual son también 50 millones, y este año crecerán aún más, dado que han mostrado durante esta pandemia −pese a caídas y fallas−, la ventaja de hacer operaciones desde la comodidad del hogar al tener esos servicios ofrecidos por su banco; por ello, la banca digital quizás ahora sí se pueda convertir en un verdadero competidor de estas figuras y sirva para bajar los costos por realizar transacciones en uno de sus módulos.
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Y en el otro lado de la moneda, en el sector bancario ya se cocinaba desde hace unos meses el cambio de estafeta entre Julio Carranza y Carlos López-Moctezuma de BanCoppel; el primero ha estado ahí desde su fundación, el segundo tiene una larga experiencia en el sector público y privado, la más reciente en BBVA México en donde era uno de los pilares en la parte de innovación tecnológica y que trabajó mucho en el tema de poner en marcha CoDi. Lo interesante es que ahora llevará la parte del negocio crediticio de las tiendas y el banco; por ende, hay que esperar fusiones en ciertas áreas que tengan la misma función, análisis de crédito por ejemplificar una, aunque eso no implicará cambios en la estructura organizacional; ya veremos el cambio generacional y la mancuerna que haga con Rubén Coppel, actual presidente del consejo del banco y de la Afore. Por lo pronto, al menos al grupo, el tema de los cambios a la ley de la subcontratación laboral no le preocupa, ya que sus colaboradores están contratados de forma directa. Por lo pronto, la moneda está en el aire.