Moneda en el Aire

El Salvador y el bitcoin (II)

El Congreso del país centroamericano aprobó 16 artículos donde se plantea que el bitcoin será una moneda de curso legal.

No pudo ser más rápido y expedito el proceso legislativo para que El Salvador sea como ya todos saben, el primer país que aceptará el bitcoin como una moneda de curso legal, tal como lo hace con el dólar, lo que se traduce en que cualquier negocio podrá aceptar esta forma de pago sin restricción o pagar impuestos con esta criptomoneda.

Con sólo 16 artículos donde se plantea que el bitcoin será una moneda de curso legal, y algo importante, dada la fluctuación que puede llegar a tener en un día, queda exento de pagar impuestos por ganancias de capital, esta criptomoneda será convertida de forma inmediata al dólar, divisa obviamente más fácil de manejar.

Para todo ello, el Banco Central de Reserva y la Superintendencia del Sistema Financiero de ese país tendrán 90 días para emitir el reglamento en donde se deberá aclarar paso a paso, y con sumo detalle y cuidado, cómo será el proceso bajo el cual funcionará la aceptación de la nueva moneda de curso legal.

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha estado en el centro de la atención del mundo financiero y tecnológico, e incluso del medio ambiente, porque como bien se sabe, el consumo de energía para generar estas criptomonedas es alto, por lo que pidió a la empresa estatal de energía geotérmica que elabore un plan para ofrecer instalaciones para que se genere la minería del bitcoin con energía limpia y 100 por ciento renovable.

Para Daniel Vogel, de Bitso, una de las principales plataformas en México para comprar, vender y usar criptomonedas, la puesta en marcha del bitcoin como moneda de curso legal es algo increíble, pero reconoce que será un experimento para toda la industria de criptomonedas.

Por lo pronto, nos adelanta que Bitso estará atenta a lo que sucede en El Salvador, siguiendo de cerca el proceso, ya que ahí se podrá ver si el uso de criptomonedas es realmente viable a estas escalas, y de ser así podrían ser otros países los que sigan este ejemplo. Es un momento histórico, si se considera que hace seis años no se podía pensar que sucediera esto, y hoy será el momento de aprender lo bueno y malo del uso de las cripto, por así decirlo en la vida real.

Sin embargo, sin querer aguar la fiesta, y reiterando que puede ser un buen ‘conejillo de indias’ para otras economías, hay un área en la que deberán poder especial cuidado y atención, y es en el tema de Prevención de Lavado de Dinero (PLD), pues anticipan al Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) puede que no le agrade mucho.

Para el profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM y especialista en temas de PLD, Jorge Alberto Lara, la calificación de cumplimiento de GAFI podría ser objeto de una revisión más exhaustiva, ya que la puesta en marcha del bitcoin como moneda de curso legal puede significar serios inconvenientes para el combate de estos delitos.

Esto porque la criptomoneda, como muchas otras funcionan a partir de anonimato, y en materia de PLD es básico el conocimiento del cliente, lo cual considera no se cumple con el bitcoin y el país podría ser ‘reprobado’ por el GAFI, por lo que, la forma en cómo se plantee en el reglamento la operación de esta moneda y su manejo en el sistema financiero será un tema a seguir por los sistemas financieros del mundo.

En una transacción bancaria es fácil y rápido saber el origen y destino, con el bitcoin, al menos para el sector financiero formal, esto será un reto, según los especialistas, por lo que identificar el mecanismo que se use será clave, pero lo más importante, consideran algunos directivos bancarios mexicanos, es que este cambio atraerá inversiones a ese país; de quiénes, cuánto y a qué costos y riesgos, ahí estará la atención en los siguientes meses. Por lo pronto, la moneda está en el aire.

COLUMNAS ANTERIORES

Corredores del Bienestar a seguir
Sequía extrema de recursos para el agua

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.