Moneda en el Aire

El regreso del autofinanciamiento

Para millones de mexicanos los bancos no son la opción a sus necesidades, y es por eso que los sistemas como el autofinanciamiento han logrado mantenerse.

Existe desde hace más de 40 años y era una de las opciones más usadas para poder adquirir un bien duradero, ya sea un automóvil o una casa, me refiero al sistema del autofinanciamiento, que sigue creciendo pese a la fuerte entrada que tuvieron los bancos en el sector inmobiliario y automotor y que podríamos pensar lo hicieron a un lado.

En las dos últimas décadas los bancos han recuperado y se han convertido en líderes en el segmento de crédito inmobiliario; es innegable el hecho de que hoy son una opción viable para millones de mexicanos al ofrecer plazos largos para pagar y tasas fijas durante ese tiempo. Hoy, por ejemplo, las tasas de interés se encuentran en mínimos históricos, en menos de 8.0 por ciento y bajando.

Pero también es cierto que para millones de mexicanos los bancos no son la opción acorde a sus realidades, ya sea por ser profesionistas independientes, estar en la economía informal o simplemente por no confiar en ellos (así lo expresan en encuestas financieras) y es ahí en donde sistemas como el autofinanciamiento han logrado mantenerse y han nacido otros que buscan diferenciarse como es el caso de ION Tu Casa que forma parte de ION Financiera, una Sofom que se enfoca en sectores hasta ahora desatendidos por la banca tradicional.

El esquema del autofinanciamiento, hay que entenderlo bien, nos explica Víctor Tinoco, responsable en ION Financiera, porque se forman grupos de personas que buscan adquirir una casa y con base en el ahorro que pueden hacer mes con mes y de acuerdo al plazo o la meta que cada persona se fija, seis meses, uno, dos años podrá iniciar la segunda fase, que es ser sujeta de crédito para cumplir su sueño.

Muchos de los clientes actuales son comerciantes y profesionistas independientes que optan por el esquema de autofinanciamiento para adquirir una casa con ION Tu Casa, ya que a diferencia de otras empresas de autofinanciamiento que optan por subastas o forman una larga lista de espera para poder tener acceso al recurso con el que adquirirán su casa, en ION establecen desde un principio el camino a seguir y sobre todo, el tiempo en el que la persona, cumpliendo los esquemas de ahorro, podrá recibir los recursos finales para la compra de la casa, terreno o negocio comercial.

El autofinanciamiento bien aplicado y con la debida supervisión es uno de los esquemas que permanecerá como opción para adquirir una casa o un auto y que difícilmente desaparecerá, esto aunque ha habido casos muy sonados en el pasado de empresas con esos planes que no han cumplido con sus clientes, pero es una alternativa que para muchos ha valido la pena; para otros puede ser una opción a explorar y, como todo, hay que preguntar e investigar sobre las empresas, productos y contratos. Entre mejor informados estén mejor uso le darán a su dinero.

***

En el otro lado de la moneda, lo que sigue sin poder combatirse de manera eficaz es la suplantación de identidad de instituciones financieras. Un día sí y otro no, la Condusef reporta que delincuentes se hacen pasar por instituciones financieras registradas y que cumplen con todo para defraudar a las personas; este problema viene de tiempo atrás y hasta ahora poco se ha hecho para poner un alto a estos robos, ya que los afectados creen que operan con una entidad seria, pero resultan defraudados, ya que los suplantadores usan información como razón social, direcciones, imagen corporativa de las que sí cumplen para pedirles anticipos de dinero en efectivo para abrir una cuenta o por la ‘gestión’ de un crédito. Es un tema en el que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) ya debería estar investigando y bloqueando estas cuentas que sirven para defraudar a miles, ya que es un mal presente en todo el país. Por lo pronto, la moneda está en el aire.

COLUMNAS ANTERIORES

Adiós INAI, Cofece, IFT y compañía
Una buena y una mala de Trump

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.