Moneda en el Aire

Ahora sí vienen los neobancos

Como lo adelantó la autoridad en su momento, hay muchas empresas tecnológicas interesadas en operar bajo el esquema de banco, pero sin tener sucursales.

En México sí hay ‘neobancos’ y vienen con todo. Esta figura implica las instituciones que han nacido con una licencia bancaria, pero sin sucursales y solo dando servicio en línea, y son los que sí pueden utilizar el término banco en su publicidad y en todas sus comunicaciones como Sabadell o Hey. Les adelanto que ya está todo listo para que entren nuevos jugadores al mercado bancario siendo totalmente digitales.

Como lo adelantó la autoridad en su momento, había muchas empresas tecnológicas interesadas en operar bajo el esquema de banco, pero sin tener sucursales, pero lo que no nos dijo es que será Banorte que encabece esta revolución.

En junio del año pasado, Grupo Financiero Banorte y Rappi formalizaron una alianza estratégica para configurar una nueva sociedad con el propósito de ofrecer servicios financieros digitales, principalmente a los millones de usuarios de la plataforma de Rappi; hoy esa alianza será un nuevo banco, que todo indica tendrá como nombre Rappi Bank y que será dirigido por José Antonio Murillo, quien es un gran experto en datos analíticos y la verdad, dado el conocimiento que tiene del mundo digital, tiene el perfil indicado para ello, ya que fundó por ejemplo el equipo de analítica del grupo financiero, hizo cambios con esos datos en la productividad de las tarjetas de crédito y el caso de éxito que ha representado la analítica en Banorte fue publicado por Harvard Business Review, todo bajo su mando.

Como se anunció en su momento, Banorte y Rappi serán accionistas a partes iguales, y el enfoque es atender de entrada a los clientes actuales de la aplicación. Pero Banorte, no conforme con eso, también trabaja en tener un nuevo banco digital. Así es, lo que no se define aún si será una nueva marca digital como tiene Banregio con Hey bajo la licencia del banco, o bien se lanzan a la aventura de tener una nueva licencia bancaria para operar una institución totalmente digital sin tener que pasar por la burocracia que en algún momento tienen ya los grandes bancos.

Hay cuatro más en la fila tanto nacionales como internacionales, de los cuales les iré contando las próximas semanas, por lo pronto, está muy clara la apuesta y confianza que tiene Banorte en el país.

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Y en el otro lado de la moneda, tremendo enojo causó en millones de clientes la caída del sistema de BBVA este domingo, al pasarle exactamente lo que todos temen, que una actualización que generalmente se realiza en las horas estadísticamente con menos operaciones, fallara y originara un gran problema durante horas.

Jorge Terrazas, director de Comunicación Corporativa de BBVA México, explicó que la actualización de los sistemas estaba planeada y planificada, pero la actualización falló, lo que calificó como un “error interno” y que no tuvo que ver ningún factor externo, ni alguna anomalía de fuera, es decir nada de hackeos. Y sí, porque todos los bancos del sistema estuvieron alertas el domingo esperando recibir alguna indicación de la autoridad para activar protocolos preventivos, pero al haber sido una falla y no un intento de hackeo, esos protocolos no se activaron.

Lo que sí se disparó fueron las críticas y enojos de millones de usuarios afectados que no pudieron disponer de sus recursos; también se activaron en otros bancos comunicaciones internas para estar atentos, aunque al saber que era una falla operativa ocasionada por el propio banco, muchos comentaban que el que piense realizar una actualización tome este ejemplo y el de Scotiabank hace unos años, porque no es una tarea fácil y en la que por más que se planee siempre hay errores o fallas. Al final, BBVA optó por regresar a instalar nuevamente el sistema anterior mientras encuentran en dónde estuvo la falla, para poder volver a intentar actualizar sus sistemas en un futuro. Ya veremos si en el segundo intento lo logra, o al menos que avise a sus clientes, ‘por si las moscas’, no vaya a volver a fallar. Por lo pronto, la moneda está en el aire.

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