Moneda en el Aire

Antídoto contra la inflación… hospitalaria

En los hospitales privados saben que en el cuidado de la salud las personas no escatiman, lo que aprovecharon durante la pandemia para incrementar sus ingresos.

La pandemia por COVID-19 como todos ya sabemos, gracias a los datos que puntualmente ha compartido la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) durante estos dos años, mostró que es el evento más costoso para la industria aseguradora en México, con un acumulado de 3 mil millones de dólares, superado solo por el huracán Wilma en 2005, y duplica por mucho los pagos que hicieron por el sismo del 19 de septiembre de 2017.

La AMIS, que ahora preside Juan Patricio Riveroll y que la próxima semana tiene su convención anual en formato híbrido, donde busca no solo actualizar a sus agremiados en temas que les interesan, sino también para informar a los mexicanos sobre las tendencias que hay en el sector asegurador, ha centrado también el tema en la pandemia, porque además que ha sido el más costoso para la industria hay áreas en las que consideran debe mejorarse o existir por lo menos un mayor control por parte de las autoridades en el país.

Como les decía, la pandemia ha sido el evento más costoso que han tenido, pero para llegar a este escenario influye por supuesto el alto número de contagios que se registró en los picos más altos de la pandemia, pero también el costo de las cuentas hospitalarias que en promedio superaron los 800 mil pesos, pero en algunos casos dependiendo de lo que se necesitó para salvar la vida de los pacientes –como salas de terapia intensiva, medicamentos e insumos diversos– superaron los 40 millones de pesos por un solo paciente, que es de hecho uno de los casos más emblemáticos de la industria.

Si bien como todos sabemos en el cuidado de la salud no se escatima, quizás al pensar así en el otro lado de la moneda, parece que los hospitales privados privilegiaron el ingreso que tendrían por esta pandemia, ya que los costos de medicamentos e insumos en los hospitales son muy poco claros, o bien son cobrados en rangos muy por encima de los precios que se aplican en el mercado, es decir, exorbitantes en muchos casos sin justificación alguna. Por ejemplo, un paracetamol genérico cobrado como si fuera algo que no hay en el país y que eleva, sin razón, los gastos de atención de un asegurado.

Este es un tema a observar, porque quizás es la primera pandemia de muchas que vendrán en el futuro, y en donde analizar los costos irreales de algunas malas prácticas hospitalarias elevó, sin razón, los costos de recibir atención privada y por ende, el costo de algunos seguros que hace que al final menos personas opten por contratar una protección de este tipo.

Por ello, vale la pena echar un vistazo a la plataforma Data México, que impulsa la Secretaría de Economía, que encabeza Tatiana Clouthier junto con la academia y think tanks como el Mexican and Americans Thinking Together (MATT) y Datawheel, que se han dado a la tarea de poner en línea, y al alcance gratuito de quien quiera consultarla, una base de datos con los costos de los tratamientos hospitalarios para poder hacer comparativos y buscar mejores condiciones de cobro en los hospitales privados.

Esta información que ya está en línea en la página www.datamexico.org permite visualizar costos y tiempos promedio de hospitalización por estado, así como por nivel hospitalario; costos de insumos en hospitales e incluso la evolución en el costo de algunos productos en el tiempo.

La idea central es que la ciudadanía pueda revisar y comparar costos para tomar mejores decisiones y con ello exigir sus derechos en caso de que se registren abusos, solicitando la intervención de instancias como la Profeco, y quizás en una de esas la apertura de datos también podría contribuir a mitigar la inflación hospitalaria que en los últimos meses ha estado casi 10 puntos por encima de la inflación general. Por lo pronto, la moneda está en el aire.

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