Moneda en el Aire

Caja Libertad nunca se fue

En casi tres años, la Sofipo logró sanearse y ya se han acercado otras instituciones financieras buscando adquirirla, pero no está en venta y trabaja en regresar a sus orígenes.

Ha sido años complicados para la conocida Caja Libertad, nombre emblemático de una de las sociedades financieras populares más grande del sistema financiero en México, que prácticamente le ha tocado vivir de todo y es considerada por muchos la ‘joya de la corona’ del sector popular, al atender a millones de mexicanos en todo el país.

El pasado 5 de junio cumplió 62 años de existencia. Nació como Caja Popular Libertad, hoy Libertad Soluciones de Vida, pero conocida bajo la marca de Caja Libertad. Es una Sofipo que en los dos últimos años ha logrado sanearse, asegura Silvia Lavalle, presidenta del consejo. Eso sí, no sin antes tener que pasar por crisis de todo tipo que en algún momento pusieron en riesgo no solo la imagen de la entidad financiera sino sus finanzas, ante la salida de ahorros por los escándalos generados por la aprehensión de Juan Collado, que por cierto, confirmó que sigue siendo el accionista mayoritario de la Sofipo, siguiendo su proceso legal y sin tener a la vista la venta de su participación accionaria.

Lavalle reconoce que fue un “evento mediático” complicado y difícil, pero que se logró sortear gracias a la lealtad de los clientes que se mantienen fieles a los servicios que ofrecen y eso les ayudó a salir de la crisis; los primeros meses reconoce que tuvieron que fortalecer el Consejo y el gobierno corporativo lo que hoy les permite ser más transparentes y dejar de funcionar como un negocio familiar.

En estos casi tres años, la Sofipo logró sanearse y capitalizar al cierre de mayo 400 millones de pesos con más de mil accionistas nuevos, con lo cual pudieron ubicarse nuevamente en la categoría 1, nivel en el que deben de estar por su tamaño; son más de 2.5 millones de clientes, por lo que ahora considera que el enfoque es ampliar sus servicios vía la tecnología para atender a nuevos segmentos de la población que podrían ser sus clientes, y seguir con las sucursales dando el servicio a aquellos que no ven a los bancos como una opción.

Una vez ‘salvado el barco’ y con finanzas sanas se han acercado fintech y otras instituciones financieras buscando adquirirla, pero Caja Libertad no está en venta ya que trabaja en regresar más a sus orígenes y dar servicios a la población que tiene temor de acercarse a un banco, por lo que aún hay mucho trabajo por delante.

Lo que sí es cierto es que dirigir una institución del tamaño de Caja Libertad no es fácil para ningún hombre o mujer, por lo que el trabajo realizado hasta ahora ha hecho voltear los ojos a más de uno. Por lo pronto, llegaron a los 62 años y Caja Libertad parece que no se irá.

* * *

Y en el otro lado de la moneda, este lunes los presidentes que integran la Federación Latinoamericana de Bancos, (Felaban) que encabeza en la región Giorgio Trettenero estarán reunidos en la Ciudad de México para tratar temas de la banca en América Latina, desde inclusión y educación financiera, así como ciberseguridad, y desde luego será presentado el informe económico y bancario de América Latina al cierre de 2021 con datos de criptomonedas, tasas de interés, finanzas públicas en la región, coyuntura del sector bancario, entre otros. Serán varios días en los que los presidentes de las asociaciones de diversos países, incluido Brasil, estarán compartiendo puntos de vista que seguramente algunos terminarán en mensajes en común sobre temas que les afectan. Por lo pronto, la moneda está en el aire.

COLUMNAS ANTERIORES

¿Impuestos a los más ricos y a los bancos?
Corredores del Bienestar a seguir

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.