No hay plazo que no venza. El Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) cumple 25 años el próximo 1 de julio, fecha en la que una vez más se activan las reflexiones sobre los pendientes, cambios y trabajo que se debe hacer y acelerar para que los millones de trabajadores que se retirarán con el régimen actual de las Afore reciban una pensión que les permita vivir una vida digna al final de su vida laboral.
Es cierto que en los últimos años se han hecho ajustes importantes y hoy los trabajadores pueden recibir una pensión mínima garantizada con menos semanas cotizadas; también se incrementarán las aportaciones patronales a partir del próximo año de manera gradual, se fomenta el ahorro voluntario, se redujo la comisión que cobran y las Afore trabajan en conjunto con la Amafore en informar por todos los canales que tienen a su alcance a los millones de trabajadores de la importancia de conocer de la A a la Z su cuenta de Afore.
Justo parte de la información que ya los trabajadores dominan es que pueden hacer uso de su ahorro para el retiro en caso de desempleo. En el primer trimestre del año estos tipos de retiro se mantuvieron en niveles elevados y aunque únicamente representaron alrededor de 4.0 por ciento de las aportaciones recibidas por las Afore al primer bimestre de 2022, los riesgos derivados de estas salidas permanecen acotados y la recomendación es que cuando se tenga la oportunidad, el dinero retirado por desempleo o bien por una boda -también se tiene derecho a ello- se reponga, ya que resta semanas cotizadas y sobre todo recursos futuros a su futura pensión.
Pero también ha habido cambios importantes para la industria en los últimos años, por ejemplo, incentivar la mejora en las prácticas de gestión de riesgo de las Afore. Recordemos que en diciembre de 2021 se modificaron las disposiciones sobre la composición de la reserva especial que estas administradoras deben mantener en sus Siefore básicas, con el fin de proteger sus fondos de posibles minusvalías derivadas del incumplimiento del régimen de inversión, con lo que esta reserva disminuyó de 0.71 al 0.55 por ciento de sus activos netos, lo que les permite tener un mejor manejo y sobre todo que esta reducción al monto de dicha reserva no tendrá consecuencias que afecten al interés de las personas trabajadoras.
Aunque lo más importante como siempre ha mencionado el presidente de la Amafore, Bernardo González, es trabajar en conjunto con las autoridades para que los trabajadores tengan una mejor pensión el día que se retiren y avanzar en temas pendientes como lograr ajustar los modelos o leyes para que aquellas mujeres trabajadoras que se han retirado de la vida laboral por atender a hijos o padres, tengan un trato diferente, ya que estadísticamente son las que tiene menos acceso a una pensión.
Por lo pronto, todos los que han contribuido a fortalecer el sistema desde sus trincheras han hecho un buen trabajo, pero falta mucho aún por hacer, y sobre todo, para los millones de trabajadores es momento de acercarse a su Afore e informarse cómo mejorar su futura pensión.
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Y en el otro lado de la moneda, triste noticia la partida de Anselmo Moctezuma, quien se desempeñaba como vicepresidente técnico en la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) que le dedicó prácticamente su vida al servicio público tanto en materia de supervisión financiera como catedrático en la UNAM. Además un dato a destacar en su vida laboral es que fue ganador en cinco ocasiones del primer lugar en el Premio Nacional de Investigación Financiera, organizado por el IMEF; puso en marcha Basilea II en la pasada administración y también tuvo a su cargo la elaboración de la metodología para calificar a los mitigantes de riesgos en la Matriz CEFER (revisada por el Banco Mundial en 2015), utilizada por los supervisores para evaluar el cumplimento regulatorio de las entidades supervisadas en los rubros de gobierno corporativo. Una gran pérdida para el sector financiero. Un abrazo a su familia y a todos los que colaboraron con él. Descanse en paz.