Desde hace varios años se ha buscado que más empresas mexicanas coticen en bolsa, se hicieron ajustes, por ejemplo, en 2019 para facilitar y simplificar el acceso a empresas familiares al mercado de capitales para que tuvieran ese canal de financiamiento alterno, pero el avance ha sido lento, a la par de que hay temas que siguen pendientes como es el de gobierno corporativo.
Un ejemplo es el que viven hoy los accionistas minoritarios de la empresa Bachoco, que anunció a finales de marzo que pretendía comprar la participación de los accionistas minoritarios a través de una oferta voluntaria de 81.66 pesos por acción, precio que consideran bajo dado los niveles registrados por la acción.
Desde Estados Unidos, Jay Hill, director general de Tweedy, Browne Company que es una firma de asesoría de inversiones y administración de fondos con más de 100 años de operación en el vecino país, pese al momento volátil que viven los mercados, dice que los accionistas minoritarios de Bachoco serían afectados de vender al precio que les ofrece la compañía actualmente, ya que el valor justo podría estar en un rango entre 120 y 140 pesos por acción.
Considera que la falta de una adecuada implementación de un gobierno corporativo podría afectar a minoristas, y en general hay puntos de mejora en ese tema en muchas de las empresas que cotizan en la bolsa, ya que podría ponerse también en marcha, por ejemplo, un comité independiente que es así como se resuelve algunos veces estos temas en el vecino país, o bien en lugar de una oferta de adquisición por todas las acciones buscar alternativas en donde sean incluidos en ciertas decisiones los accionistas minoritarios, ya veremos qué final tiene.
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Y en el otro lado de la moneda, si bien la idea del banco no les funcionó hace más de una década y fue una experiencia no grata que les hizo vender la licencia bancaria, ahora con las nuevas tecnologías parece que el panorama será diferente, ya que Walmart de México y Centroamérica va muy bien con Cashi, que es la aplicación móvil con la cual sus clientes tienen acceso a una serie de servicios.
Guilherme Loureiro, presidente ejecutivo y director general de Walmart de México y Centroamérica explicó que son ya más de 3.4 millones de usuarios en la aplicación que tienen acceso a servicios como pagos desde su celular para realizar compras en tienda o en línea en la cadena, pago de servicios como internet, telefonía, luz, cable, entretenimiento y transporte, sin cobro de comisiones, así como poder centrar los créditos que tengan con instituciones financieras. Sin duda, las aplicaciones por parte de cadenas comerciales vienen a incrementar la oferta y competencia.
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Y una monedita a revisar y desde luego comparar y ver el desarrollo de los modelos aplicados de las plataformas digitales en entidades financieras en América Latina, es justo el libro con ese nombre editado por NTT Data que explica los desafíos digitales del sector financiero que han obligado a las empresas a acelerar su transformación de cara a los usuarios, implementando una nueva cultura y estrategia y las buenas prácticas tecnológicas. Llama la atención el caso del banco brasileño Bradesco, quien en su línea de tiempo muestra los avances que ha tenido y las innovaciones que incluso en plena pandemia en 2021 puso en marcha Bitz, una cartera digital que promueve la inclusión financiera digital; Next Joy, que tiene contenidos de educación financiera para orientar a niños y adolescentes; y Digio, que son cuentas 100 por ciento digitales de crédito, recompensas y tarjetas de crédito. Obviamente México no se queda atrás, y Rosario Valdivia, directora ejecutiva de Tecnología de Banca de Consumo de Citibanamex explica el trabajo no solo en los canales digitales, sino en los backends para facilitar la integración de los canales hacia sus sistemas core que realiza el banco, y desde luego el máster en la industria, Hugo Nájera, director de soluciones en BBVA quien ha impulsado desde hace años la transformación digital del banco. Por lo pronto, la moneda está en el aire.