La quinta ola de Covid se encuentra en su momento de apogeo, como han mostrado las cifras, y si bien su letalidad no es la misma gracias a las vacunas y los hospitalizados, eso no significa que el gasto por temas de salud en el país haya disminuido; por el contrario, aumentó.
El gasto que las familias destinan de su bolsillo a cubrir gastos de salud, de acuerdo con cifras de la OCDE, ha crecido en los últimos años al pasar de 9 mil 126 pesos en 2016 a 9 mil 512 en 2020, mientras que un salario mensual promedio de las familias, según datos del Inegi, rondan 7 mil 380 pesos. El que una familia no cuente con una protección como un gasto médico puede significar una crisis en los hogares; recordemos que más de 18 por ciento de la población no cuenta con una protección para atenderse si hay una emergencia de salud.
Como bien dice la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), tener un seguro permite a las personas poder pagar el servicio en un hospital privado, ya que una de las grandes bondades de contar con un seguro es que prácticamente 80 por ciento de los gastos son pagados por las aseguradoras directamente a los hospitales y a los proveedores, y solamente en 20 por ciento de los casos las personas tienen que tramitar un reembolso.
Si bien la contratación de seguros de gastos médicos mayores creció en estos últimos años, el camino es largo para que más mexicanos de manera privada tengan una protección básica y económica. Aunque cada vez existen más planes a la medida de cada bolsillo, es necesario que por el lado de las aseguradoras se siga trabajando en este tema y mejorar planes y servicios, aunque también se requieren políticas públicas que acompañen estas iniciativas, para que más mexicanos que no están en la economía formal vean como opción contratar un seguro para tener acceso a cuidar su salud.
Hay mucho camino por recorrer en el tema de los seguros de gastos médicos mayores, pero también de los hospitales privados que no son dechados de virtud en cuanto a la transparencia de sus costos. Un trabajo entre ambas industrias tan necesarias puede significar un gran círculo virtuoso para todos. ¿Alguien dará el primer paso?.
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Y en el otro lado de la moneda, con cuatro años de operación en el mercado, Alprestamo, que es un marketplace de productos financieros con presencia en España, Argentina, Uruguay y México se prepara para seguir creciendo en nuestro país, ya que ha quedado claro que cada vez más los consumidores buscan en un mismo lugar en donde puedan comparar y obtener resultados sobre préstamos, seguros, billeteras, tarjetas, plan de ahorro. Y como bien explica Pablo Blanco, CFO de la Fintech y con más de 35 años de experiencia en el sector financiero, son verdaderamente una opción viable para las instituciones financieras.
Esto porque han logrado ubicarse entre la oferta y la demanda para que se encuentren de manera eficiente tanto el proveedor del servicio como quien lo está buscando, con lo que logran encontrar el perfil del usuario que cada institución necesita y busca, siendo un tercero el encargo de filtrarlos, lo que al final también ayuda a que los clientes al final sientan que no fueron rechazados por la institución financiera, desde luego sin olvidar que este marketplace en algunos países tiene más ofertas en un solo lugar. Ya bancos como Santander operan con ellos; en México algunos como Kubo Financiero, Kueski, Creditea, ya son sus clientes, pero dado el modelo y que al menos ya hay un banco global participando, puede convertirse en una opción para buscar un producto financiero y comparar al momento. Por lo pronto, la moneda está en el aire.