La pandemia y los cambios constantes en algunas de las dependencias encargadas de autorizar la puesta en marcha de nuevos negocios frenó muchos de los proyectos que varias instituciones y empresas del sector financiero y tecnológico traían en mente.
Si bien algunos ya están más que activos y encarrerados como Hey de Banregio o DINN de Actinver, hay otros que a casi dos años de haber iniciado todo el diseño e incluso proceso ante autoridades, esperan aún aprobaciones.
Por ejemplo, Banorte que busca atender a más clientes con un negocio digital –recordemos que anunciaron hace un tiempo una alianza con Rappi–, están optimistas de tener las aprobaciones, quizás a finales de este año. También se prevé que Ualá pueda tener las aprobaciones de compra de ABC en la segunda mitad del año, para que en 2023 puedan tener ya todo en marcha bajo un nuevo marco legal.
Pero también hay procesos superlentos donde no es todo culpa de las autoridades. Han sido varios años de ir poco a poco vendiendo sus carteras y negocios en el país, como es Deustche Bank que no venderá su licencia como algunos comentaban, sino más bien están en pleno proceso de revocarla; ya pidieron la revocación de la misma a las autoridades financieras y están en espera de todo el proceso legal para dar de baja a la institución dentro del sistema financiero mexicano. Ellos, recordemos, desde hace varios años anunciaron su salida de México y de otros países.
Y en el proceso de renovación o venta, o más bien dicen los conocedores del sistema bancario igual no lo quieren vender, es el Banco Dondé, el de la fundación y que nació hace varios años, con su sede en la bella Mérida, ya que piden por la licencia la cantidad de 200 millones de dólares, prácticamente por el documento, ya que es una institución sin un gran número de operaciones; eso sí, ha mantenido sus índices de capital siempre sólidos, algunos pensaban que eran millones de pesos, pero más bien el precio que piden parece ser, aseguran, es para desanimar a cualquier fintech interesada.
Por cierto, en todo este proceso de renovaciones, había interés por parte de un banco ruso de operar en el país, pero la guerra iniciada en contra de Ucrania frenó cualquier intento de operar en México; por lo pronto esperaremos que en esta segunda mitad del año finalmente vean la luz nuevos bancos digitales.
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Y en el otro lado de la moneda, buen trabajo ha hecho todo el equipo de Gentera que incluye el banco de microfinanzas Gentera y su red de comercios afiliados a Yastás, ya que han continuado creciendo en los últimos años afiliando a cada vez más mexicanos en todos los puntos del país.
Eso ha permitido que la red de Yastás que está conformada por diferentes establecimientos como tiendas de abarrotes, papelerías y farmacias, se incorporara como corresponsal bancario de HSBC México a partir de este mes, por lo que más de seis mil comercios podrán recibir depósitos a tarjetas de débito y pagos a tarjetas de crédito de los clientes de HSBC México con una comisión de 12 pesos por transacción.
Si algo ha identificado al equipo de Yastás es que tiene presencia en comunidades alejadas y recibe pagos de servicios, multinivel, créditos y depósitos o retiros de cuentas bancarias, así como recargas de tiempo aire y ha crecido de forma importante en el sureste del país y tiene ya más de 2.5 millones de transacciones al mes, principalmente operaciones financieras, compra de tiempo aire y pago de servicios; constituyen el ejemplo de inclusión financiera y esperamos que la red siga creciendo. Por lo pronto, la moneda está en el aire.