Aunque pareciera difícil, en poco tiempo los verdaderos neobancos se van a posicionar como el objeto más codiciado por las instituciones financieras tradicionales. Hoy son una realidad en el mercado mexicano, desde Sabadell que fue uno de los primeros (que crece y crece), hasta los que ahora están bajo el “paraguas” regulatorio de la licencia bancaria, pero “nacen” con una marca distinta y están revolucionando el mercado.
Así es, porque tienen la gran ventaja de operar con el respaldo de una licencia bancaria y poder captar y dar crédito, esto bajo una nueva marca que no está asociada a la imagen de un “banco tradicional” que si bien no tiene nada de malo, algunas nuevas generaciones lo asocian con algo lento y obsoleto, que piden muchos requisitos para operar, de esta forma tenemos a DINN con Actinver, Invex y Banorte que pronto sacarán sus “neobancos” y Hey de Banregio que fue quizás el primero en salir bajo ese formato y que va con todo.
Manuel Rivero, director de Hey Banco, lo ha tenido claro desde hace ya un buen tiempo, con toda una generación de banqueros; en esta etapa tienen clara la oferta de Hey, es sencillo: dos tarjetas, dos cuentas, lo que les ha permitido tener la plataforma tecnológica independiente e irla adaptando a las necesidades de los clientes, “una estrategia de autoservicio”.
Hoy, están en la fase de atender a las pequeñas empresas con Hey Negocios en donde se puede abrir cuentas sin tener que ir a una sucursal, solo con abrir la aplicación, y de esa forma una persona moral tener acceso al servicio bancario por primera vez desde su celular, una forma de “autoservicio”.
Si bien, reconoce que cualquier banco tradicional podría hacer lo mismo, hay un gran número de clientes que no quiere acudir a una sucursal para esos trámites o recibir una asesoría de un ejecutivo, y los neobancos al hacer todo digital les abre la oportunidad de llegar a otros segmentos y perfiles de clientes, ya que pueden incluso cobrar menos comisiones ante la reducción de costos operativos, por lo que el futuro será positivo para aquellos bancos que operan y operarán con este esquema.
Si logran diferenciarse estas nuevas figuras que están naciendo y que tienen además el respaldo regulatorio, varias grandes fintech que hoy en día tienen una gran presencia en el mercado que parecen bancos, pero no lo son, ahora sí tendrán una buena competencia enfrente, al final seremos los clientes quienes ganaremos entre las ofertas que crecen en el mercado.
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Y en el otro lado de la moneda, se pone cada vez más intensa la competencia en el mercado de las alianzas entre bancos y aerolíneas. En México, uno de los sectores que hoy se encuentra en pleno auge es el de turismo y aunque las aerolíneas mexicanas la han sufrido –ahí tiene el caso de Interjet o los problemas que enfrenta Aeromar–, lo cierto es que son un buen negocio: ya está Santander con Aeroméxico, Invex con Volaris y ahora se suma HSBC con VivaAerobus quienes van por el mercado regio ya que es uno de los que ha tenido más crecimiento, pero en general la aerolínea que dirige Juan Carlos Zuazua, espera este año llegar a la nada despreciable cifra de 20 millones de pasajeros en total, que sería algo así como un 30 por ciento más que en 2021, con 63 aviones actualmente, y a este ritmo de demanda de viajeros, para 2026 espera tener una flota de 90 aviones.
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Y ya que hablamos de HSBC, con todo lanzó su nueva banca privada global, que atenderá como bien dijo Jorge Arce, el presidente y director del banco en nuestro país, a los clientes más sofisticados y exigentes de México, de la mano de Annabel Spring, Juan Parma, Pablo Elek quienes hicieron una presentación nocturna como las que no se veían hace ya un tiempo: recordemos que Citi buscará tener una licencia sólo para eso. La competencia para los bancos de inversión se viene aún más intensa en ese segmento. Por lo pronto, la moneda está en el aire.