La elección para hacer operaciones financieras, sea un banco o una fintech, contrario a lo que muchos piensan, estaría basada en quién es más rápido en responder que en el futuro usuario. Revise a detalle si es una alternativa segura para realizar transacciones, pedir un crédito o ‘guardar’ su dinero.
En un mundo financiero en el cual la digitalización de los servicios es una realidad, y en donde cada vez más bancos buscan tener una licencia bancaria tradicional para operar solo en el mundo virtual o crear una marca nueva y que no se relacione con el banco, al menos en la publicidad, pero sí esté bajo el cobijo regulatorio de su licencia, la búsqueda de un proveedor de servicios financieros ha cambiado sustancialmente, pues anteriormente se elegía por tradición familiar o porque era la institución asignada para recibir la nómina.
Los tiempos han cambiado, y ahora solo 14 por ciento elige una institución por tradición, porque ahí ha sido cliente la familia, ya 34 por ciento toma la decisión de elegir con quién operar si en la institución se ofrece la mayor flexibilidad y eficiencia para acceder a servicios financieros.
Pero lo más interesante o más grave depende del cristal con que se mire, así como es que sólo un 15 por ciento elige hacer transacciones con alguna institución financiera o no, solo por considerarla segura, eso quizás explique los temas que hemos visto en los últimos dos años de los ‘montadeudas’, fraudes, etcétera, que se presentan, en donde no se verifica que la entidad con la que operarán y darán información sensible sea segura.
Los datos son de un estudio realizado en América Latina por Backbase en donde si bien se dice que los usuarios de la banca en línea tienen altos niveles de satisfacción, sigue habiendo un amplio margen de oportunidades de hacer cambios y mejoras, por ejemplo, mientras en Perú y Panamá se tardan alrededor de cinco minutos en abrir una cuenta, en México el tiempo se triplica.
La rapidez contra la seguridad son elementos que no deben estar peleados, sino más bien alineados. En los próximos meses con la llegada de nuevos jugadores a la banca digital cambiará aún más el panorama que se vive en el sector financiero, en donde hay jugadores altamente visibles que operan ya bajo marcos regulatorios como la Ley Fintech o Sofipos que harán aún más peleado este ambiente, ya veremos quién finalmente toma la delantera.
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Y en el otro lado de la moneda, hay que seguir de cerca el emprendimiento puesto en marcha por el ex director general adjunto de Citibanamex, Rodrigo Kuri, quien precisamente su expertis ha sido siempre en el mundo tecnológico y digital; para quienes no sepan fue uno de los impulsores de la creación de CoDi con el Banco de México; actualmente está más que concentrado con su plataforma llamada Pacto de la cual es cofundador, y es la integración del servicio y administración de un restaurante, en donde desde que se toma la orden en una mesa, se gestiona todooo literalmente, desde el envío a cocina, el inventario y el cobro de la cuenta, en donde puede aceptar el pago de tarjetas y hasta los wallets, lo que ahorra no solo tiempo en todo el proceso, sino que hace más eficiente la operación de estos negocios, que si vemos la recuperación y el crecimiento que ha tenido el sector restaurantero tras la pandemia. El potencial de que sea contratado en lugar de otras aplicaciones que hay en el mercado es amplia, y es que no cobra una cuota mensual, sino es con base en las operaciones que tenga el negocio, por lo que no hay que perderla de vista. Por lo pronto, la moneda está en el aire.