Aunque todo mundo lo sabe, las víctimas siguen cayendo y creyendo que ‘su banco’ es el que le habla para avisarle que está siendo víctima de un fraude y que le ‘ayudarán’ a que eso no suceda, y como siguiente paso obtienen toda la información confidencial y al final obtienen su dinero.
Campañas van y vienen, historias nuevas cada día, modus operandi con pocos cambios, el hecho es que la figura del banco sigue siendo la preferida por los delincuentes para suplantar la identidad de una empresa y robarle a una persona su información. En esta semana que se celebra el Día Internacional del Internet Seguro, las historias de terror se mantienen vigentes.
Bien nos decía un banquero para ejemplificar el tema, es cómo si una persona tiene una chequera (que ya se usa menos) llega un desconocido y la convence de que le dé un cheque en blanco y firmado y saca todo el dinero de la cuenta. Luego el cliente llega a la sucursal y explica que lo convencieron, que creyó todo y les dio el cheque en blanco y fue robado.
Si bien puede ser crudo el ejemplo, y podemos hablar de los controles de conocer al cliente y de cuánto generalmente un cliente dispone y el banco tendría que verificar que efectivamente es el cliente quien hace la operación inusual de extraer todos sus recursos, lo cierto es que es tan fructífero suplantar la identidad de un banco que aún 61 por ciento de los encuestados por ESET Latinoamérica reconoce que recibió un intento de fraude en el que se comunicaban en nombre de una entidad financiera y solo en 36 por ciento de los casos se hacían pasar por un servicio de suscripción.
No es por nada que reportes como los de APWG, mostraron que en el tercer trimestre de 2022, el 23 por ciento de los ataques de phishing fueron contra las entidades financieras, siendo esta industria la más apuntada en este tipo de incidentes.
Y el problema sigue creciendo, porque cada vez más, explicó Camilo Gutiérrez de ESET, existen redes sociales como Instagram o Twitter con una gran cantidad de perfiles falsos de bancos creados; lo más importante hoy es que la industria no baje la guardia, que los usuarios sean más desconfiados y estén alertas, ya que los riesgos en este mundo digital no han disminuido sino que siguen en aumento. ¿Lo lograremos?
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Y en el otro lado de la moneda, todos a felicitar a Jorge Hierro, quien es el nuevo director del Banco Monex. Más allá de la amplia trayectoria de más de 30 años que tiene en el sector financiero, es uno de los mejores comunicadores financieros en la industria, no por nada durante años ocupó importantes puestos directivos en Banco Nacional de México (Banamex), luego en Citibanamex y Citibank, cuando era el banco que dominaba el mercado mucho antes que BBVA; ahora estará a cargo de la operación diaria del banco, en donde anteriormente estaba como responsable a nivel global de finanzas y operaciones; sin duda, Monex gana con este ascenso a Hierro Molina.
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Y otra monedita a seguir es el trabajo que realiza Hey, el banco digital, que Banregio creó para atender a la generación que busca ser atendida de manera digital de forma rápida, pero eso no significa que dejen de lado la interacción con sus clientes y para mantener esa cercanía, el equipo de Manuel Rivero optó por dar un paso interesante y establecer en Ciudad de México –desde luego le seguirán las principales ciudades del país–, una tienda física en donde los clientes podrán no solo adquirir prendas con la marca, sino seleccionar y adquirir las tarjetas y personalizarlas; eso implica una forma diferente de interactuar con los clientes digitales, ya veremos qué tal marcha todo. Por lo pronto, la moneda está en el aire.