Es un hecho que en muchos sectores económicos –si no es que en la mayoría–, la igualdad salarial no existe entre hombres y mujeres y hay una diferencia entre lo que percibe cada uno de ellos, donde la mujer invariablemente gana menos, pese a que realicen el mismo trabajo.
Esa situación muchas veces disminuye la posibilidad de que una mujer ahorre más o tenga acceso a un mayor monto de crédito, o de poder conseguir un financiamiento, que de entrada será de menor monto y que por tener un menor ingreso será pagado en tiempo y forma e incluso antes del plazo establecido según marcan las estadísticas.
Los datos señalan que las mujeres pagan mejor que los hombres y también es algo que “intuitivamente” sucede, según han reconocido muchos directivos del sector financiero, por todo eso, desde hace un par de años se presentó una reforma para permitir a los bancos dar crédito en mejores condiciones a las mujeres, a cambio de menores requerimientos de capital, pero los años corren y nada ha sucedido.
¿Y qué dicen los bancos al respecto? Consideran que el marco legal si bien, es un buen paso, resulta que no han podido “ponderar” ni establecer una estadística eficaz para aplicar esta regulación que beneficiaría a millones de mujeres, ya que pagar una menor tasa por ser menos riesgosa la operación para la institución es algo que muchas quisieran, ojo no hablamos de productos diferenciados, sino de tasas diferenciadas.
Aunque hay que aclarar que esto de ofrecer tasas diferenciadas en función del riesgo es algo que ya ofrecen muchos bancos, sin importar el género (lo que es muy bueno para sus clientes); ofrecen tasas menores en sus productos conforme los van conociendo y van cumpliendo y creciendo su historial crediticio.
Eso sí, la Asociación de Bancos de México (ABM) que preside Daniel Becker, asegura que si bien es difícil calibrar la diferencia del riesgo entre los géneros y con ello los bancos puedan consumir menos capital, esperan en algunos años poder aplicar esta regulación y aunque afirman que trabajan en ello, todo indica que no lo veremos en el corto plazo.
Por lo pronto, sin importar el género, no queda más que trabajar en tener un mejor historial crediticio para que en un tiempo, el banco del que sean clientes lo valoren y puedan acceder a mayores montos de financiamiento y sobre todo a menores tasas de interés, pero el camino para todos sigue siendo aún largo.
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Y en el otro lado de la moneda, con más de 20 mil personas encuestadas en nueve países, los datos que sacó la aplicación de citas Bumble sobre la brecha de género y el rol de la mujer en la sociedad siguen mostrando los grandes pendientes que hay, ya que pese a que un 93 por ciento coincide en que hombres y mujeres deben tener las mismas oportunidades en todo, aún las mujeres tienen que ceder entre carrera, relaciones y familia en una forma en que los hombres no lo hacen. Y en igualdad profesional el panorama no es nada favorecedor, pues si bien se detectaron discrepancias entre lo que la gente espera y lo que vive en su lugar de trabajo, 83 por ciento de las mujeres reconocen que hay inequidad en el cuidado de los que tienen niños y fomenta desigualdad en los logros profesionales. La independencia financiera es clave en las relaciones, pues un 84 por ciento de las mujeres considera que se quedan en relaciones en donde no son felices por falta de independencia en sus ingresos, triste realidad. Por lo pronto, la moneda está en el aire. ¡Todas a la marcha!