No pierda de vista a Bankaool, si bien se ha esforzado mucho estos dos últimos años en ponerse las pilas, inyectar recursos y poder darle la vuelta a largos meses de pérdidas, sigue cuesta arriba, y es que el panorama no se ve tan fácil como esperaban.
Si bien, hacia afuera han tratado de comunicar que están realizando inversiones para modernizar sus sistemas, incluso a principios de este mes ingresó Juan Antonio Pérez-Simón González como director general y su enfoque está en el desarrollo de la plataforma tecnológica del banco, algo en que sabemos todos los bancos grandes están metidos, al menos para las agencias calificadoras como Standard & Poors, sigue habiendo dudas, tan es así, que colocó al banco en revisión especial negativa. Por cierto, Pérez-Simón viene de Inbursa, pero también tiene experiencia en la política y el sector empresarial. Pero empecemos por partes, Brad Hanson banquero estadounidense, nos contaba que en un año (ya pasó ese tiempo) esperaba tener el banco marchando con mejores números e incluso tener definido si cambiaban el nombre (quizás valdría la pena); un año después, el avance parece lento, ya que sigue con marcaje personal por parte de las autoridades, ya que al menos en los dos recientes reportes públicos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), al cierre de abril tenía un ICAP de 11.77 por ciento y al finalizar mayo disminuyó a 11.44 por ciento, si bien por encima del mínimo regulatorio; todo indica no han sido contabilizados los recursos de los nuevos socios, ya que se requiere el visto bueno por parte de las autoridades.
Aunque en abril se firmó un acuerdo mediante el cual Grupo OMNI (no calificado) adquirirá la mayoría de las acciones del banco y por ende capitalizaría a la entidad, eso no se ha podido contabilizar de manera oficial, por ello para la agencia calificadora S&P la gestión de capitalización de Bankaool se mantiene más agresiva que la de otros bancos calificados y puede estar expuesta a una alta volatilidad debido a la incapacidad del banco para reportar consistentemente resultados netos positivos.
De no ser pronto acreditados los recursos de los nuevos socios, seguirá apareciendo con el capital más bajo de todo el sistema bancario, lo que no es una buena señal e insisto, es superior al mínimo regulatorio, pero para decir de algunos conocedores del tema, hace que tengan puestos los ojos en ellos tanto autoridades, clientes e inversores.
Por lo pronto, en el caso de la agencia, esta revisión especial negativa significa que en los próximos tres meses pudieran bajar la calificación si no se registra la entrada de los recursos, mismos que nos cuentan las autoridades deben revisar a detalle y es un proceso lento, porque se analiza a cada nuevo socio de la A a la Z, sobre todo el origen de los recursos, mismos que sí existen y están en la mesa, pero nada más no se pueden aún integrar, por lo que de seguir así, quizás el siguiente mes el ICAP del banco siga cayendo y siendo el más bajo del sistema.
La situación no es fácil, ya que si se revisan los datos públicos de la CNBV, la morosidad del banco es alta; el fondeo está concentrado en algunos pocos clientes; aunque hay algunos otros números a seguir, lo cierto, es que aunque hay optimismo en el equipo de Bankaool, al final los tiempos, los números y las autoridades tendrán la última palabra. Por lo pronto, la moneda está en el aire.