Es una de las figuras más emblemáticas en el sector popular y con más de tres millones de socios, pero en las dos últimas semanas Caja Popular Mexicana nada más no ve lo duro sino lo tupido, y es que son múltiples las fallas que ha presentado y que afectan la operación de esta intermediaria que hizo lo que pocas veces ha sucedido en la industria: que la autoridad emitiera un comunicado en pleno fin de semana.
¿La causa fue una actualización de sistemas o falla? Lo cierto es que tras dos semanas de problemas, los que conocen del tema consideran que fue más un ataque cibernético, quizás originado por un error humano de abrir archivos de origen desconocido que un tema de mala implementación; lo cierto es que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) reconoció que tiene el ojo puesto en la caja que lleva Cirilo Rivera, para supervisar de manera directa que se esté atendiendo el problema, mismo que hasta ahora nadie ha dicho exactamente cuál es o fue la causa que originó esta falla.
Lo cierto, es que tuvieron problemas en la operación en los módulos de cajas en sucursales; su red propia de cajeros dispensadores estuvo en algunos momentos fuera de servicio, entre otras complicaciones, lo cual al menos hasta ayer, si se daba una vuelta por algunas sucursales en el Estado de México, las filas seguían siendo largas en espera de recibir atención.
Esta ‘falla’, por lo pronto, se parece a otras que en febrero, marzo y mayo reportaron instituciones bancarias al Banco de México. Según el reporte de incidencias cibernéticas, un banco tuvo una vulneración informática en sus cajeros automáticos que le costó 11.83 millones de pesos, otro tuvo coincidentemente como ahora una vulneración informática del servicio de transferencias a través de un código malicioso, lo que afectó las transferencias electrónicas que provee a sus clientes y perdió 55.71 millones de pesos y un tercer ataque –que todavía no se cuantifica– fue también una vulneración informática a través de un código malicioso de tipo troyano. Los ataques siguen a la orden, la pregunta es: ¿quién será el siguiente?
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Y en el otro lado de la moneda, a un año de cumplir tres décadas en el mercado, ya con dos licencias bancarias en la mano, la familia Rivero del Grupo Banregio ahora se prepara para tener su nuevo edificio que albergará a más de mil empleados, con una inversión de más de 660 millones de pesos.
El nuevo edificio se prevé esté concluido en 24 meses, estiman y este miércoles se colocó ya la primera piedra de lo que será su Back Office II, en donde se concentrará al equipo ya existente de la institución que trabajan en las áreas de Hipotecario, Seguros, TDC, Automotriz, Cobranza e Inmuebles Adjudicados, que estará en San Nicolás de los Garza.
Eso sí, si algo dejó la pandemia es que ya todo cambió y chequen el dato, el nuevo edificio tendrá renovación de aire nuevo en las instalaciones (por demanda) por medio del uso de sensores de CO2 y de VOC, que ayudará a la eliminación de virus y/o microorganismos, y por lo pronto ya arrancó su construcción.
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Otra monedita a seguir y que ya hablaremos, es la urgente necesidad de hacer cambios legales por ejemplo en temas de pensiones para mujeres. La reciente encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) sobre Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2022, mostró una vez más la enorme desigualdad salarial entre hombres y mujeres, lo que se refleja en menores montos de crédito y una menor pensión para su vejez. Por lo pronto, la moneda está en el aire.