Atender al adulto mayor de manera adecuada, personalizada y no solo vía digital es uno de los retos principales de todo el sector financiero; desde luego hay cada vez más de ellos avezados con las nuevas tecnologías, pero antes de eso, los que sí están cada día trabajando con personas de la tercera edad de manera directa en diversos procesos como trámites o venta de productos y servicios tienen, insisto, el gran reto de mejorar el trato hacia ellos.
En los últimos meses, diversos bancos e instituciones han trabajado en este tema, desde campañas de prevención de fraudes como hace Banco Azteca con videos ilustrativos que envían por WhatsApp, hasta cambios en el modelo de atención de sucursales de Scotiabank o HSBC que dan preferencia a adultos mayores, o como Banregio que cuando reciben una llamada a su call center de un número identificado como un cliente de la tercera edad son dirigidos de forma automática a una atención telefónica rápida y sin tener que pasar por todos los números de remarcado que se piden en otros calls; ese banco recibe entre cuatro y cinco mil llamadas al mes de adultos mayores, y eso que sus clientes en ese segmento de edad son entre un 4.0 y 5.0 por ciento del total, desde luego que quizás en otros bancos de mayor tamaño seguir ese proceso no es viable por el número de clientes, pero siempre hay oportunidades para innovar.
Es cierto también que a nivel gremial la Asociación de Bancos de México (ABM) ya tiene el decálogo sobre el tema y cada banco de manera interna está viendo cómo mejorar la atención a este grupo junto con las personas con discapacidad que merecen una atención especial y sobre todo adecuada, ya que muchos de los trámites a realizar son, según estadísticas, aclaraciones, consultas de saldos y traspasos, que aunque vía las aplicaciones bancarias se pueden realizar, muchos no están familiarizados con las mismas y es un tema que dado el avance de la pirámide poblacional a ser más adultos mayores es urgente se empiece a trabajar en ello.
Por lo pronto, es un tema que sí o sí, Afores, bancos y aseguradores deben empezar de manera urgente a cambiar así como la educación financiera, mejorar el acceso y sobre todo la atención para los adultos mayores, e incluso, aquellos con más experiencia y con deseos aún de laborar tener la oportunidad de orientar a sus pares; ya veremos quién innova más y se compromete con este segmento de la población que ha trabajado ya mucho y debe recibir un trato de primera.
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Y en el otro lado de la moneda, nos encontramos en el mes de la Semana Nacional de Educación Financiera que como saben ahora tendrá como sede presencial Los Pinos, pero mientras la fecha llega les cuento que este lunes la Bolsa Mexicana de Valores que dirige Oriol Bosch se unió a más de 75 bolsas de valores de todo el mundo para promover la educación financiera y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
Como bien dijo Marcos Martínez, presidente del Consejo de Administración de Grupo BMV y como saben también expresidente de los banqueros y que en su momento promovió estos temas en el gremio, la educación financiera es clave para que los mexicanos puedan acceder a mejores servicios financieros y por ende una mejor calidad de vida. Solo en el Grupo BMV más de 170 mil personas han sido formadas a través de algún producto educativo de la Escuela de la Bolsa, y el Museo de la Bolsa, que es gratuito, ha recibido a más de 170 mil visitantes desde que abrió sus puertas en abril de 2019 y así en diferentes frentes e iniciativas poco a poco buscan inculcar la cultura de la inversión. Por lo pronto, la moneda está en el aire.