Parecía que no sería posible, pero en las compras en línea y en físico, el débito no sólo ha ganado terreno, sino que se ha logrado mantener como uno de los medios más utilizados por los mexicanos para comprar, por encima de las tarjetas de crédito.
El pasado Buen Fin fue el claro ejemplo de este tema, ya que al menos las operaciones que se realizaron por el procesador de pagos mexicano, que es Prosa, mostró crecimientos no sólo de las transacciones en un 20 por ciento, lo que fue por encima de lo que se esperaba para este año.
Como bien contó Salvador Espinosa, director de Prosa, en tarjeta de crédito se tuvieron crecimientos de 20 por ciento y en débito del 30 por ciento, ganando en la dinámica de transacciones una vez más al crédito, lo que habla de que estas tarjetas son consideradas ya por los mexicanos como seguras y una opción para realizar sus compras en línea, ya que ahí también se tuvo un desempeño de doble dígito en las transacciones que marco el sistema.
Lo interesante es que aunque hay diversas opciones para no utilizar tarjetas de crédito o débito de instituciones financieras, estas han logrado tomar un “buen aire” entre los usuarios, que con la digitalización, las opciones diversas de plásticos en el mercado, y que hay promociones especiales por este tipo de medios de pagos, hicieron que en el Buen Fin, el débito destacará en las transacciones; ahora los usuarios esperarían que el uso de este medio se refleje en mejores promociones o descuentos en compras; sin duda veremos pronto cambios.
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Y en el otro lado de la moneda, tristemente puedo decir que Acapulco, lejos aún de todo, pareciera increíble, pero para quienes viven en el puerto o para quienes han tenido la oportunidad de visitarlo en estas semanas, la vida avanza muy lentamente en todos los sentidos, y los servicios financieros no son la excepción; las consultas a las sucursales bancarias que poco a poco se reactivan siguen siendo de consultas, que para muchos les resultarán básicas y que en cualquier aplicación podrían obtener la información, y es consulta de sus estados de cuenta para tener los datos bancarios y les puedan depositar a la distancia para subsistir; esto tiene una razón, los sistemas de comunicaciones como es la telefonía y el internet, ni de cerca operan al 100 por ciento.
A un mes exactamente del paso del huracán Otis, poco a poco los principales directores de la banca han acudido personalmente a visitar a sus empleados y a conocer de cerca sus afectaciones, y para saber qué es lo que más demandan los clientes; ahí tienen a Jorge Arce de HSBC, que es uno de los directivos que más veces ha ido hasta ahora, igual que Eduardo Osuna, de BBVA, que es el banco más grande del país y que reconocen al ver de cerca el daño ocasionado por el fenómeno, que requerirá un arduo trabajo y sobre todo recursos.
En el caso de BBVA, Osuna Osuna contaba que son pocos los clientes que se han inscrito, y es que reconoció, estando en el puerto, que tener acceso a la telefonía, internet o datos, que se requieren para el acceso a la aplicación bancaria, es muy difícil, por lo que tienen sólo 600 clientes inscritos en los programas y 200 asegurados, y como reconoció “hay que entender la realidad de las personas y no están interesadas por pagar los créditos. Hay muchas zonas donde no hay cobertura celular o es intermitente”. Lo bueno es que para inscribirse en los programas se tiene hasta el año que entra y todo será retroactivo al momento del huracán, por lo que los moratorios no se aplicarán, de este tema hay mucho aún de que hablar. Por lo pronto, la moneda está en el aire.