El Fanvit, que administra el Infonavit que lleva hoy Octavio Romero, es uno de los fondos más importantes de México, tiene más de 600 mil millones de pesos, y si fuera una Afore sería la quinta más grande del país, y hasta ahora ha generado un retorno de siete por ciento anual, igual que una Afore, por ende es muy eficiente en la administración de los recursos de los trabajadores.
Los recursos que invierte el Fanvit son todos aquellos que no presta el Infonavit, y que debido precisamente al incremento del salario mínimo y de más trabajadores formales, es un fondo que crece cada día, por ello, tiene reglas claras en qué y cómo se invierte, tal cual todos los requisitos que cumple una Afore y es el que ahora quieren cambiar.
Los cambios incluyen que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) ya no esté al pendiente como hasta ahora y no se cumplan los requerimientos a que están obligados en el sector financiero, sería la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), de Rogelio Ramírez de la O, la que tome el control de las inversiones, para muchos eso permitirá que puedan tener los recursos que hoy hacen falta para cumplir muchos de los programas sociales del 2025, lo que todo indica ya no sucederá, ya que la reforma se acordó sea analizada hasta el próximo periodo ordinario de sesiones.
Si bien, el enfoque en arrendamiento social, con límite al 30 por ciento del salario, es un avance positivo, carece de un esquema claro para garantizar su sustentabilidad financiera y aunque apunta a apoyar a sectores vulnerables, las condiciones operativas del Infonavit pueden comprometer su capacidad para cumplir con este objetivo sin generar nuevos déficits.
Diversos sindicatos ya han protestado e incluso pusieron desplegados ese mismo día, ya que quienes han estado en el Consejo saben de la importancia del dinero que ahí se maneja; los líderes empresariales también mostraron su preocupación por la forma en que se dio esta aprobación de la reforma y lograron “patear” unos meses su análisis en acuerdo logrado con el líder morenista Ricardo Monreal.
Aunque la presidenta Claudia Sheinbaum ha dicho que la propuesta de reforma no significa que los recursos de los trabajadores se perderán, es un hecho que la administración cambiaría y si bien el proyecto es ambicioso, carece de un balance entre su misión social y los principios de sostenibilidad financiera y operativa con la que ha operado el Infonavit. Sin estos elementos, la institución corre el riesgo de convertirse en un proyecto más de buenas intenciones que termine debilitando los derechos de los trabajadores y perdiéndose la credibilidad en el manejo de los miles de millones de pesos que patrones y trabajadores aportan para tener una vivienda.
Carlos Slim el petrolero
Ya lo veníamos contando hace meses, el enfoque del grupo de crecer en el sector petrolero, y ayer el Grupo Carso, que tiene como cabeza al empresario Carlos Slim, anunció el acuerdo con Talos Energy Inc. para incrementar su participación en su subsidiaria mexicana Talos Mexico.
De esta forma, el grupo del mexicano, a través de la empresa Zamajal, S.A. de C.V., entidad de la cual Grupo Carso es titular del 90 por ciento y Control Empresarial de Capitales, del 10 por ciento, lograron un acuerdo vinculante con Talos Energy Inc para incrementar su participación en un 30.10 por ciento adicional de la filial mexicana de Talos denominada Talos Energy México, entidad titular del 17.4 por ciento de participación en el yacimiento petrolero Zama.
Si la operación es autorizada, al cierre de la transacción, Zamajal tendrá el control y será titular del 80 por ciento del capital social de Talos México, con lo cual podrá decidir sobre el futuro de la empresa.
No hay que olvidar que Grupo Carso tiene, entre sus actividades, varios años de experiencia en fabricación de plataformas marinas, Jack Ups y en Perforación terrestre y marina, y cuenta con equipos para la perforación terrestre, para aguas someras y para aguas profundas, así como para el diseño y fabricación de equipos para la industria petrolera. También participa en los campos Ichalkil - Pokoch al ser parte del Contrato para la Extracción de Hidrocarburos bajo la modalidad de producción compartida, en los bloques Área Contractual 12 y 13 para la explotación y exploración de hidrocarburos, y en el proyecto Lakach a través de un Contrato de Servicios Integrales de Exploración y Extracción.
La pérdida del gas natural
En donde los datos siguen siendo poco favorables es en el tema del gas natural, ya que prácticamente México no cuenta con almacenamiento de gas natural, ya que solo se tiene tres instalaciones privadas: las de las terminales de Altamira, Ensenada y Manzanillo, lo que equivale a 2.4 días de consumo del país.
Ahí, la Secretaría de Energía, que lleva Luz Elena González, tiene todo un reto por delante, ya que el reporte “Gas natural: aliado de la transición energética y promotor de desarrollo y prosperidad”, realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), revela que, incluso, esta cifra está sobreestimada en la medida que se trata de inventarios en instalaciones que no están propiamente diseñadas para almacenar combustibles, sino para operaciones de compra-venta de gas natural, por lo que fuera de estas terminales, el país no cuenta con infraestructura específica de almacenamiento.
El 60 por ciento de la generación eléctrica del país depende del gas natural, por lo que es uno de los temas críticos de la agenda que el Gobierno federal debe tener en la agenda para que se crezca en el almacenamiento del energético y eso requiere inversión.
Y es que los países europeos que tienen una mayor exposición geopolítica a interrupciones en el suministro, como lo demostró la guerra en Ucrania, cuentan con inventarios por encima de un mes, y al menos la propuesta es que en nuestro país se alcance el objetivo de cinco días de almacenamiento, propuesta que está en el plan de este gobierno que se alcance para el 2026, lo que dada las condiciones actuales se ve complicado que se logre. Ya veremos qué sucede en el camino.
Santander y los autos de lujo
Desde hace años han tenido alianzas importantes con marcas de lujo, ahí está el patrocinio con la escudería Ferrari en la Fórmula 1, pero Santander también se ha enfocado en el financiamiento de automóviles de alta gama, mercado que en México es por demás interesante y con amplio potencial de crecimiento.
En ese segmento, Alejandro Vázquez Ochoa, que es el director Ejecutivo Automotriz del banco, ha definido una buena estrategia, primero se vio la alianza con la marca Maserati hecha a principios del año, que ha sido positiva para las dos marcas, ahora sumaron a Volvo Car México, con quien serán también socio estratégico para la operación de Volvo Car Financial Services en el país.
A nivel global ya se tenía el acuerdo desde 2009, ahora se extiende al mercado mexicano, con lo que veremos una mayor competencia en el mercado automotriz de alta gama, lo que habla de todas las oportunidades que hay en el país.
No todo son autos chinos.
Por lo pronto, la moneda está en el aire.