En unos actos anticipadísimos de campaña, Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal y Adán Augusto López, todos precandidatos a la presidencia por Morena, han comenzado a moverse.
Todos están violando la ley electoral en mayor o menor medida, pero en aras de llegar a la candidatura del partido que hoy por hoy tiene la mayor intención de voto, bien vale la pena romper lo que haya que romper.
Pero ¿cómo va su posicionamiento en el mundo digital? En Saxum Media hicimos un estudio de los últimos 90 días de todos los precandidatos. En primer lugar, por la cantidad de menciones e interacciones generadas, se encuentra Claudia Sheinbaum (954 mil menciones/8 millones de interacciones), en segundo lugar se encuentra Marcelo Ebrard (con 437 mil menciones/4.8 millones de interacciones), en tercer lugar se encuentra Ricardo Monreal (con 138 mil menciones/1.3 millones de interacciones) y en el cuarto lugar se encuentra Adán Augusto López (con 88 mil menciones/1.5 millones de interacciones, más de las que tiene Monreal).
Sin embargo, al observar el sentimiento encontramos que la que tiene el posicionamiento más negativo es Claudia Sheinbaum, con 39.3 por ciento de las menciones negativas y solo 6.8 por ciento positivas (el resto de las menciones fueron neutrales), mientras que Marcelo Ebrard tiene un 28.2 por ciento de negativas y 7.8 por ciento de positivas; Ricardo Monreal, un 28.5 por ciento de negativas y 8.8 por ciento de positivas, siendo él quien tiene el posicionamiento más positivo; y finalmente Adán Augusto López, con 14.9 por ciento negativas y 6.9 por ciento positivas.
Otro dato importante es que más de 80 por ciento de las menciones de Sheinbaum y Ebrard provienen de usuarios en redes sociales, lo que se interpreta como que su posicionamiento es mejor entre gente real, a diferencia de Adán Augusto y Monreal cuya conversación proviene en más de 45 por ciento de medios de comunicación. De hecho, nuestro secretario de Gobernación es el menos relevante en el medio digital.
Dicho lo anterior, podemos concluir que Marcelo Ebrard, seguido por Claudia Sheinbaum, son los mejor posicionados en medios digitales. Destaca que a Sheinbaum le afectó fuertemente el tratar de esconder y descalificar el informe de la Línea 12 [del Metro], por lo que acabó llevándose el posicionamiento negativo de dicho evento.
Por otra parte, las famosas ‘corcholatas’ de López Obrador cumplen con varias funciones en términos de comunicación. La primera es mantener la relevancia y el poder del presidente, él será a fin de cuentas quien decida cuál de ellos habrá de sucederlo, así que, al más puro estilo del recién fallecido Luis Echeverría, buscará que este sucesor le garantice continuidad a su proyecto y acceso al poder. Dicho lo anterior, podríamos descartar obviamente a Ricardo Monreal, con quien ya trae un pleito muy cantado y cuya estrategia se perfila más a una suerte de ver qué puede negociar para el próximo sexenio. Pero también se podría descartar a Marcelo Ebrard, que a pesar de ser uno de los mejor posicionados, es lo suficientemente independiente, tanto política como intelectualmente, para que el presidente dude de si podrá mantener su influencia a través de nuestro actual canciller en el próximo sexenio.
La segunda función de las ‘corcholatas’ es subir a la agenda nacional distractores de temas más relevantes, los que mejor cumplen esta función son Adán Augusto y Claudia Sheinbaum, esta última le debe completamente su actual nominación y posicionamiento político al presidente, por lo que está dispuesta a servirle de cualquier forma posible. Por otro lado, el secretario de Gobernación es parte del Grupo Tabasco, integrado por políticos y empresarios de dicha localidad que históricamente siempre han apoyado al presidente, incluso desde sus días en el PRI, y que se han visto muy beneficiados en este sexenio. Adán Augusto, a pesar de ser el peor posicionado, ha demostrado su lealtad y un nivel de eficiencia para resolver problemas que Sheinbaum debe de envidiar, pero que a un político avezado siempre le hará dudar. Ambos se posicionan con el mismo y único mensaje: ser la continuidad de la 4T. Esto en publicidad sería un grave problema para diferenciarse, ¿pero acaso se trata un error de sus campañas? Yo creo que no, el que ambos den el mismo mensaje beneficia al presidente al tener dos candidatos muy controlados y alineados para poder escoger entre ellos, según las circunstancias.
Pero la elección es hasta 2024 y en dos años pueden pasar muchas cosas. En mi opinión, no es difícil saber cómo quisiera AMLO escoger a su sucesor, él ya nos lo ha dicho, será un 90 por ciento lealtad y 10 por ciento de capacidad. Quizás solo un opositor muy fuerte haría que cambiara de opinión sobre a quién poner.