En los últimos meses se han popularizado diversas plataformas y servicios de inteligencia artificial (AI por sus siglas en inglés) con lo que ha comenzado todo un “trend” sobre sus capacidades y nuevas posibilidades en el mundo laboral, las más atractivas son las que procesan palabras para crear imágenes y a las que les puedes preguntar sobre un tema para recibir de la aplicación una respuesta que se redacta de manera instantánea frente a tus ojos. Es tan importante la llegada de estas nuevas tecnologías que muchos especulan que suplirán a las búsquedas de Google.
Las AI o inteligencias artificiales son sistemas diseñados para imitar la inteligencia humana y realizar tareas, funcionan mediante algoritmos y modelos de aprendizaje automático. Estos algoritmos procesan grandes cantidades de datos para identificar patrones y relaciones, y luego utilizan estos patrones para hacer predicciones o tomar decisiones.
En términos generales, las AI funcionan de la siguiente manera:
- Recopilación de datos: Las AI necesitan grandes cantidades de datos para aprender y tomar decisiones. Estos datos pueden provenir de una variedad de fuentes, incluyendo bases de datos, sensores, cámaras, micrófonos y otros dispositivos.
- Procesamiento de datos: Una vez que se han recopilado los datos, se procesan mediante algoritmos de aprendizaje automático o redes neuronales. Estos algoritmos se ajustan continuamente para mejorar su precisión y hacer mejores predicciones.
- Entrenamiento: El siguiente paso es entrenar la AI en un conjunto de datos para que pueda aprender a identificar patrones y tomar decisiones. El entrenamiento puede implicar la alimentación de la AI con grandes cantidades de datos y la evaluación de su capacidad para hacer predicciones precisas.
- Evaluación y ajuste: Después del entrenamiento inicial, la AI se evalúa en un conjunto de datos diferente para ver si puede hacer predicciones precisas. Si la precisión no es suficiente, la AI se ajusta y se vuelve a entrenar.
- Implementación: Una vez que la AI ha sido entrenada y evaluada adecuadamente, se implementa en una aplicación o sistema. La AI puede seguir mejorando con el tiempo a medida que se recopilan y procesan más datos.
En el futuro cercano, es probable que las AI desempeñen un papel cada vez más importante en la automatización de tareas y en la toma de decisiones en una amplia variedad de industrias y campos.
Algunos de los trabajos que pueden ser reemplazados por las AI en el futuro cercano incluyen aquellos que implican tareas repetitivas y predecibles, como la clasificación de datos, el análisis de datos, la transcripción de texto y la gestión de inventarios.
Aunque también es posible que las AI sustituyan trabajos que requieren habilidades cognitivas más importantes, como el diagnóstico médico, la atención al cliente y la toma de decisiones financieras. Esto dependerá de su capacidad de analizar y cruzar grandes cantidades de datos así como de aprender de los diferentes casos.
Es importante destacar que las AI no son capaces de realizar todas las tareas y trabajos de manera efectiva, y en muchos casos, serán necesarios trabajadores humanos para supervisar, diseñar y mejorar estos sistemas, aunque poco a poco irán tomando mayor relevancia en la toma de decisiones de nuestra vida.
Se imaginan, ¿cómo sería una administración pública de nuestros impuestos si las decisiones de gasto las hiciera una IA? Es muy probable que esta tecnología, sumada a la de blockchain suplan muchas de las funciones de los futuros gobiernos.