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La apuesta presidencial es por la impunidad

Los intentos para destruir al INE y ahora al Poder Judicial le han dejado claro a la ciudadanía la vocación dictatorial de López Obrador.

Se dice que quitar los fideicomisos a los trabajadores del Poder Judicial es una venganza del presidente contra la Suprema Corte de Justicia, sin embargo, es más profundo, pareciera ser que López Obrador y sus secuaces están convencidos de que van a ser intocables después de este sexenio y su apuesta es violar la Constitución y la ley pensando en que no habrá consecuencias.

La enorme soberbia presidencial es el eje de todas las decisiones que toma el Ejecutivo, solo tenemos que hacer un breve repaso de sus acciones para demostrarlo:

  • Pelearse con Estados Unidos y armar nuestra “cumbre por la migración” invitando a los tiranos que gobiernan Cuba y Venezuela, dándoles rienda suelta de criticar y atacar a nuestro principal socio comercial, tan solo unos días después de recibir a los emisarios de Joe Biden, ¿Para qué hicieron eso? ¿Qué gana México? ¿Por qué invitan a dictadores de países empobrecidos por sus gobiernos a despotricar contra Estados Unidos?
  • Campaña permanente de ataque contra Xóchitl Gálvez y la oposición, donde el presidente, desde su mañanera, se la ha pasado metiéndose en un proceso electoral que por ley no le corresponde. Digamos que está haciendo las mismas o hasta peores trampas de las que siempre se quejó, pero no toma en cuenta que los ciudadanos nos damos cuenta y que estas acciones debilitan la credibilidad de su partido.
  • Nombrar a Claudia Sheinbaum como candidata, este es probablemente una de las necedades que le pueden costar más, ya que la exjefa de Gobierno no pinta para ser una candidata fuerte por sí sola, tendrán que inyectarle miles de millones para mantenerla arriba y ya vimos que el Presupuesto de Egresos de 2024 viene hecho a modo para este fin, pero lo más probable es que aún así la elección sea muy cerrada debido a la polarización que él mismo fomentó.
  • La enorme y evidente corrupción de la actual administración, que seguramente será la base para futuras demandas contra los actuales colaboradores de la 4T, ya que, a diferencia de otros gobiernos también corruptos, ellos no se han preocupado ni por esconder sus fechorías. Este sexenio ha estado lleno de adjudicaciones directas, compadrazgos, desvíos de fondos, abusos del poder judicial, violación de derechos humanos, acuerdos con el crimen organizado y múltiples violaciones a la ley por parte hasta del mismo presidente. Y lo más grave de este punto es que crean que los ciudadanos somos tontos y no nos damos cuenta de todo esto, que crean que con la mañanera se pueden lavar todas las culpas.
  • Tratar de destruir al INE y ahora al Poder Judicial, estos hechos le han dejado claro a la ciudadanía la vocación dictatorial de López Obrador, donde busca pasar por encima de los demás poderes y constituirse como el único que puede gobernar al país. Una visión retrógrada y que nos recuerda a los peores sexenios del PRI.
  • Inaugurar obras faraónicas que no tienen ningún funcionamiento y que nunca serán autosustentables. El AIFA, además de que no parece arrancar, es más parecido a una central camionera que al aeropuerto de primer mundo que se iba a construir y que de todas formas estamos pagando. ¡La cancelación del NAIM fue una decisión absolutamente ridícula! Por otro lado, la refinería de Dos Bocas está a por lo menos dos o tres años de poder refinar un barril y ha excedido ya en tres veces el costo que tenía proyectado. El Tren Maya nunca será autosustentable, ya que el costo de operación y el tamaño del mercado no son suficientes para cubrir los gastos que tendrá; mismo caso para la nueva aerolínea Mexicana de Aviación 2.0, que también entregó a los militares, ambos serán siempre un barril sin fondo con cargo a todos los contribuyentes.
  • Pemex y su pésima administración, este es el mayor barril sin fondo que está arrastrando las finanzas del país. A pesar de que su titular diga que van “superbien”, la realidad es que Pemex es la empresa petrolera más endeudada del mundo, con más de un billón de pesos solo en este año. Esto implica que el dinero que genera no alcanza ya ni para pagar los intereses de los préstamos que ha pedido, por lo que ahora pedirán préstamos para pagar los préstamos. Así de grave es la situación.
  • A todo esto, podemos sumar la desmantelación de los servicios de salud para la gente más pobre; la falta de medicinas por negligencia del gobierno; las múltiples omisiones para salvaguardar la salud de la población en el Covid, que nos llevaron a ser uno de los países con más muertes; la desaparición del Fonden tan útil en los desastres naturales; la estrategia de abrazos no balazos que ha traído tanta impunidad, violencia y muerte, además de un largo etcétera de malas decisiones.

Este último año, el presidente seguirá gobernando con el hígado, pensando que nunca va a tener consecuencias de todas sus acciones y claro que existe una posibilidad importante de que se mantenga impune, pero cuando menos el juicio de la historia no lo va a perdonar

El problema de la soberbia es que te hace vivir fuera de la realidad y AMLO no ve que el país está profundamente dividido y que lo más seguro es que no le alcance para conseguir su aplastante mayoría en el Congreso. Además, en caso de que gane Claudia, llegará como una presidenta mucho más débil que él y en un panorama mucho más complicado. De hecho, la próxima presidenta, sea quien sea, recibirá un país al borde de una crisis económica que, según los analistas, explotará a principios de 2025 debido al enorme gasto y endeudamiento sin sentido que dejará esta administración.

La apuesta sin duda es que queden impunes de todo lo que han hecho, aunque, siempre existe la posibilidad de que la justicia alcance algún día a la 4T y a sus funcionarios corruptos… ellos lo saben.

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