Entorno Económico

Banxico. Alzas este mismo año

Será muy complicado que se presente un nuevo recorte en la tasa de fondeo en algún punto del resto del año.

En adelanto a las minutas de la última reunión de Banxico y casi con independencia de su contenido, considero que será muy complicado que se presente un nuevo recorte en la tasa de fondeo en algún punto del resto del año. Más aún, considero más factible la opción de alzas. En esta ocasión no tengo dos, tres o cuatro puntos para justificar dicha expectativa, sino un escenario en plena materialización.

Por un lado, tenemos a la Economía Mexicana exhibiendo todavía una tremenda holgura o debilidad, a pesar de que las cifras de actividad correspondientes a los meses del segundo trimestre estén a punto de mostrarnos un espejismo de tremenda aceleración en el ritmo de recuperación anual. Lo anterior claramente producto de un comparativo anual favorable a tasas de cambio anual de dos dígitos. Serán las cifras de cambio mensual y trimestral las que revelarán muy probablemente que el ritmo de recuperación se desacelera. Este contexto parecería llamar a un mayor esfuerzo de relajación monetaria por parte de Banxico – recortes adicionales.

No obstante, la inflación local no solo ha validado nuestra expectativa de repunte o joroba durante esta primavera (también producto de un fenómeno estadístico); sino ha mostrado presiones al alza en precios que han ido más allá del “acarreo estadístico”. En especial, las presiones al alza por el lado de los precios de la energía -gasolinas en particular. El problema con lo anterior es que, aún suponiendo que dichas presiones se desvanezcan en las siguientes quincenas (lo cual no tiene una probabilidad abrumadora), se ve difícil que la inflación dibuje claramente un proceso de convergencia hacia el objetivo por el resto del año.

Es decir, aún suponiendo variaciones quincenales promedio para el resto del año (tomando en cuenta históricos de diez años), es difícil no prever que la inflación anual cerrará el año por arriba del 4.5% y sin sugerir una trayectoria marcada de descenso al 3% para el año 2022.

Pero lo anterior no es necesariamente la razón más contundente para no esperar más recortes. De hecho, hay una razón por la que yo ya espero al menos un par de alzas hacia la segunda mitad del año. Dicha razón es la dinámica de recuperación esperada para EUA, su efecto en las tasas de interés gubernamentales en dicho país y sus implicaciones para los flujos de capitales hacia México.

El estímulo económico de carácter histórico en EUA no tendrá un efecto de uno a uno en México, su enfoque es mucho más holístico y para nada sesgado los factores que pudieran impactar favorablemente a México. Así, posiblemente tendremos algún beneficio indirecto, quizás de entre medio y un punto de crecimiento en 2021. Donde sí tendremos una afectación más evidente es en el estrechamiento de los diferenciales de tasa de interés con EUA, lo cual impactaría flujos y tipo de cambio justo en la dirección menos favorable para mayores recortes de tasa de política monetaria en México.

Así, el inicio de una normalización (alza en tasa de referencia) en las condiciones monetarias en México no se presentaría como resultado de una mejoría palpable en la economía sino como una reacción de política ante los riesgos de funcionamiento desordenado de los mercados financieros locales y/o presiones sobre el tipo de cambio.

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