Entorno Económico

Banxico, ¿menos sorpresivo y más transparente?

Es poco probable que los dos subgobernadores que votaron por no mover la tasa de referencia cambien de opinión.

Esta semana la Junta de Gobierno de Banxico se vuelve a reunir para tomar una nueva decisión de política monetaria. La expectativa de un nuevo incremento de 25 puntos base es prácticamente unánime entre los economistas del sector financiero. El antecedente relevante es sin duda la sorpresa que generó un ‘golpe de timón’ apoyado por tres de los cinco miembros de la Junta el pasado 24 de junio, materializado en un incremento de 25 puntos base.

Tal como quedó por sentado en esta columna, yo anticipaba incrementos hacia mitad de este año desde abril. Aun así, la sorpresa en mi caso consistió en una decisión en claro contraste con el espacio que Banxico pareció indicar en el informe trimestral publicado el 2 de junio donde solo se ajustó al alza la proyección de inflación de corto plazo pero se confirmó su convergencia al objetivo en los mismos tiempos. Ahora llegamos con un espacio amplio para una nueva decisión sorpresiva y nuevos elementos en la comunicación de Banxico. A continuación mis reflexiones sobre estos dos puntos.

Primero, según la encuesta Banamex de Expectativas, prácticamente todos los participantes esperan un nuevo incremento de un cuarto de punto. No obstante, es importante recordar que el primero de estos movimientos fue el resultado de una votación dividida, donde solo un voto hizo la diferencia entre elevar la referencia o mantenerla sin cambio. Un análisis de la minuta de tal reunión y declaraciones posteriores por parte de algunos miembros de la Junta me llevan a concluir dos puntos.

Creo que es poco probable que los dos subgobernadores que votaron por no mover la tasa de referencia cambien de opinión. Aunque no comparto su visión, lo cierto es que las cifras recientes de inflación y sus expectativas dan cuenta de una ligera relajación en las presiones inflacionarias y las expectativas de mediano plazo se han mantenido relativamente ancladas.

En contraste, la materialización de un nuevo ajuste al alza podría depender de un solo subgobernador, mismo que recientemente nos ha hablado de su perfil pragmático, experimentado y guiado por los datos. Me pregunto si un perfil así puede ahora encontrar en los recientes datos de inflación y sus expectativas, así como también de la actividad económica del segundo trimestre, razón para hacer una pausa en el ajuste preventivo. Es aquí donde yace lo que veo como una gran probabilidad de una nueva sorpresa en la decisión de política monetaria de este mismo jueves.

Respecto a los nuevos elementos que se integrarán al comunicado de política monetaria, la actualización de pronósticos de inflación y el sentido de la votación de sus integrantes, coincido con la lectura positiva que la mayoría de los analistas le ha dado a esta nueva iteración en los esfuerzos de comunicación de Banxico. No obstante, creo que hay que guardar cautela sobre su alcance. Mi punto es que más comunicación no es igual a más transparencia. Es decir, más elementos en los vehículos de comunicación de Banxico no necesariamente implican un paso adicional en el entendimiento de la función de reacción del mismo.

Por ejemplo, supongamos por un momento que en una determinada reunión se publica un ajuste al alza en los pronósticos de inflación. Si este fuera el caso, ¿deberíamos esperar que tal reunión fuera acompañada de un ajuste al alza en la tasa de referencia? De manera alternativa, ¿deberíamos leer tal ajuste como la señal de que un ajuste al alza es inminente en la siguiente reunión? Abundando en las preguntas emergentes, ¿tal ajuste en pronósticos debería tener consecuencias diferenciadas dependiendo si afecta al horizonte de uno a doce meses que de doce a veinticuatro? Tomando en cuenta estas tres preguntas, me atrevería a creer que la respuesta sería: no es una decisión automática o unidimensional.

Adicionalmente, recordemos un hecho importante: desconocemos la dinámica de tasa de política monetaria congruente con los pronósticos de Banxico, incluido el de inflación. Entonces, ¿es por sí misma la incorporación de pronósticos de inflación en los comunicados de política monetaria un paso adelante en la decodificación de la forma en que Banxico toma sus decisiones?

Quedan en el tintero otros nuevos elementos de comunicación recientemente anunciados por Banxico, de los cuales hablaré en mi siguiente entrega. Entonces por mi parte esta sería una pausa, ¿igual a la de Banxico este jueves?

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