Entorno Económico

Banxico, a punto de moderarse estratégicamente

Esta misma semana tendremos una nueva decisión de política monetaria donde el sentido del ajuste a la tasa no sería la clave del debate, sino su magnitud.

En la última reunión de política monetaria el pasado 16 de diciembre, el Banco Central optó por elevar la tasa de referencia en 50 puntos base (pb). La decisión fue el resultado de una votación por mayoría que puso de manifiesto la preocupación de cuatro de los miembros de la Junta de Gobierno respecto a mostrar un perfil contundente frente a las presiones inflacionarias y decidida a anclar las expectativas de inflación. Esta misma semana tendremos una nueva decisión de política monetaria donde el sentido del ajuste no sería la clave del debate sino su magnitud. El análisis será complicado, sobre todo ante lo que luce como el inminente inicio de alzas en la tasa de referencia por parte de la Reserva Federal de EU tan pronto como el próximo mes (16 de marzo). Así, opto por presentar cinco reflexiones sobre la decisión de Banxico de este 10 de febrero.

Primero. Sabemos que Banxico decidió dejar sus opciones abiertas a través de algunas referencias en el anterior comunicado. Dichas referencias parecieron darle cierto margen de maniobra para la reunión de esta semana. En particular, desde mi lectura, se intentó advertir al mercado que otro incremento de 50 pb no debería ser considerado de manera automática. La referencia se entiende dentro del contexto de alta incertidumbre y riesgos exacerbados en varios sentidos.

Segundo. Sabemos también que el margen para pausar los ajustes en la tasa de interés de política monetaria es reducido y podemos considerar razonable que la principal discusión se centrará en elegir (muy probablemente por mayoría) entre un ajuste de un cuarto o de medio punto. Hace poco más de un mes, la mayoría de los miembros de la Junta se leían decididos a mantener un ritmo más firme en el proceso de alzas en la tasa de referencia. No se sigue que aún opinen de la misma forma por lo siguiente.

Tercero. Las cifras recientes parecen confirmar que se extienden las presiones inflacionarias y se deterioran sus riesgos al alza. No obstante, en el último mes también los datos han sugerido que Banxico no solo estaría subestimando la trayectoria de inflación de corto y mediano plazos, sino también el crecimiento económico. En este contexto, es muy probable que en el nuevo comunicado se sugiera que la actividad económica pudo haber mostrado señales alentadoras al cierre de 2021 pero sugiriendo un menor ritmo de recuperación y mayores riesgos a la baja.

Lo anterior podría pesar sobre las opiniones de la mayoría de los miembros de la Junta. Basta recordar que mientras dicha mayoría se dice convencida de la importancia de fortalecer la credibilidad del banco y contener las expectativas inflacionarias, también lucen preocupados por las implicaciones que el nivel terminal de ajuste pudiera tener sobre el crecimiento económico. Es decir, tengo la impresión de que se pretende evitar internarse de manera profunda en territorio restrictivo en los siguientes meses.

Cuarto. Considerando los puntos anteriores, la opción de elevar en solo 25 puntos base la tasa de referencia parece servir al menos a tres propósitos clave. El primero es subrayar que el ajuste monetario necesario para garantizar la convergencia de la inflación a su objetivo dentro del horizonte de efectividad de la política monetaria tiene que continuar. El segundo es atender a la perspectiva de un menor ritmo de recuperación económica, en el mejor de los casos, o lo que podrían ser las señales de una nueva recesión, en el peor de los escenarios. Por último, significaría adoptar un perfil estratégico respecto a los próximos ajustes de la Reserva Federal y no desperdiciar espacio de alzas a nivel local ante la incertidumbre respecto a la magnitud del ajuste que se espera al norte del río Bravo.

Por último, considero necesario recordar que nada impide a Banxico tomar decisiones de ajuste monetario fuera de calendario, en caso de ser necesario. No obstante, la alternancia de calendarios entre la Reserva Federal y Banxico le da la oportunidad a este último de reaccionar a decisiones de la Fed con un margen promedio de una semana -lo cual le resta probabilidad a que el Banxico tenga que adelantarse a algún ajuste (vía un alza de al menos 50 pb en el corto plazo), sobre todo al del 16 de marzo en EU.

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