Entorno Económico

Banxico y los debates que vienen

Joel Virgen subraya los siguientes tres debates que, desde mi perspectiva, se dibujan en el futuro para Banco de México y sus esfuerzos de política monetaria.

El pasado 10 de mayo hice de un alza de 75 puntos base mi expectativa de movimiento por parte de Banxico. Recientemente, varias corredurías han hecho lo propio, en buena media motivados por su lectura de las minutas de la reunión de mayo, publicadas el pasado 26 del mismo mes. Aún si no se materializa un incremento de dicha magnitud, el debate ya se encuentra activo: ¿qué tan agresivo debería ser Banxico en su camino hacia territorio restrictivo? En parte, la propia convicción en que la Reserva Federal estaría por dictar alzas más agresivas de lo acostumbrado (adicional a los cambios en su política de compra masiva de activos) en sus siguientes dos reuniones le ponen un piso más alto a la próxima decisión del banco central mexicano.

Tomo lo anterior como punto de partida para subrayar los siguientes tres debates que, desde mi perspectiva, se dibujan en el futuro para Banco de México y sus esfuerzos de política monetaria.

Primero, considero que falta todavía digerir que, en la actual coyuntura, la agresividad en los movimientos en la tasa de interés de referencia debe juzgarse en términos reales y no nominales. Es decir, un incremento de 50 o 75 puntos base sobre la tasa de fondeo a 1 día, no necesariamente representa el mismo ajuste en la velocidad de travesía a través de las condiciones monetarias. Lo anterior, debido a que las mismas sorpresas inflacionarias y el ajuste de expectativas de inflación de corto plazo han venido erosionando los esfuerzos de política monetaria en términos reales. Cada dos pasos de avance nominal se han venido traduciendo en casi uno real. Así, la vara hoy es más alta para juzgar qué tan agresivo resulta un ajuste en la tasa de referencia: los 75s podrían ser los nuevos 50s.

Segundo, es importante reconocer que los esfuerzos de política monetaria continúan todavía detrás del avance de la inflación. Por un lado, es observable la magnitud en la que se ajusta la tasa de referencia. No obstante, en la actual coyuntura es extremadamente arriesgado hacer cualquier pronóstico respecto a cuándo se alcanzaría un pico en la inflación y cuanto más durará desviada del objetivo.

Ante la incertidumbre arriba descrita, creo que debemos estar preparados para observar un ciclo de ajuste de política monetaria a velocidades cambiantes o hasta discontinuo (presencia de pausas) -adicional a que muy probablemente la norma no sean las decisiones por unanimidad dentro de la Junta de Gobierno. Banxico podría alcanzar condiciones monetarias restrictivas antes de que sea claro que la inflación comienza o consolida una trayectoria de regreso al objetivo dentro del horizonte de efectividad de la política monetaria.

Tercero, mientras nos concentramos en el ajuste de la tasa de política monetaria y su travesía río arriba en las condiciones monetarias, pasamos por alto que su potencial efecto sobre la economía también está condicionado a la dinámica de otras variables clave. En específico, es altamente relevante el evaluar la postura de política monetaria desde el punto de vista de las condiciones financieras, donde los movimientos en la tasa de referencia son relevantes, pero también los de otras variables tales como la cotización cambiaria, los índices accionarios y la pendiente de la curva de rendimientos, por mencionar los principales.

En este contexto, Banxico se encuentra consciente de lo anterior, de hecho, una de las consideraciones clave para su decisión de incrementar en 50 puntos base la tasa de referencia en mayo fue “el apretamiento de las condiciones monetarias y financieros globales”. Esto debe recordarnos que el esfuerzo monetario y sus posibles efectos hacia delante no pueden evaluarse partiendo solo de los movimientos en la tasa de referencia de política monetaria.

La banca central no la tiene fácil, siguen existiendo más preguntas que respuestas y más nos vale intentar estar por delante de los debates si es que queremos ser estratégicos en nuestras decisiones.

COLUMNAS ANTERIORES

El fantasma de las crisis sexenales pasadas
Banxico y el arte de alternar

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.