Escapando un poco de las herramientas y cifras económicas más utilizadas a nivel local para el análisis del desempeño económico y su perspectiva de corto y mediano plazos, dirijo mi mirada a algunos indicadores generados fuera de nuestras fronteras. En específico, opto por recordar que instituciones de alta reputación analítica y ajenas a México, también estiman periódicamente indicadores sobre México. Tal es el caso del afamado think thank, el Conference Board, en Estados Unidos, el cual cada mes publica indicadores coincidente y adelantado para México. Lo anterior con el objetivo de identificar tanto las condiciones económicas actuales como las futuras, respectivamente. Basado en estos indicadores ofrezco tres comentarios que considero relevantes.
Primero, el indicador coincidente confirma lo que ha sido una recuperación económica sostenida desde la segunda mitad del 2020. De hecho, en línea con las sorpresas favorables que se han presentado en las cifras productivas locales, la tendencia de tal indicador relevante para el presente no ha tenido pausa o descalabro. De esta forma, no se identifican señales de que una desaceleración económica ya esté en marcha.
Segundo, el indicador adelantado, aquel que nos permite intuir lo que podemos esperar para los siguientes meses, se estancó desde el año 2021. Posteriormente, a mediados del año 2022, el indicador mostró un desplome moderado antes de volver a exhibir cierto avance. En específico, al mes de agosto, el indicador ya sugería un cierto repunte a tasa anual por segundo mes consecutivo. Lo anterior podría leerse como el mantenimiento o desaceleración en el ritmo de recuperación económica, contrario a una perspectiva de desaceleración sostenida.
Tercero, el mismo espíritu optimista parece ser compartido entre las principales corredurías que siguen y pronostican la economía mexicana. Por ejemplo, en su más reciente versión (liberada el pasado 20 de octubre), el consenso de la encuesta Citibanamex de Expectativas dio de nuevo cuenta de una mejoría en la expectativa de crecimiento económico para el presente año de 3.2 por ciento a 3.3 por cient, con una separación de apenas un par de semanas. Vale la pena subrayar que tal estimado alcanzaba 2.7 por ciento hace tan poco como un par de meses.
Cierro el presente comentario recordando que, hasta el propio Banxico, tras la revisión de cifras y año base para el Producto Interno Bruto, mejoró sus estimados de avance económico para el presente año (Informe Trimestral publicado el pasado 30 de agosto). Tal estimado pasó de un rango de entre 1.7 por ciento y 2.9 por ciento a uno superior entre 2.5 por ciento y 3.5 por ciento. Más aún, se reconoció la existencia de una brecha de producto positiva, más en línea con las presiones inflacionarias que continúan en desenvolvimiento.
Dicho todo lo anterior, no parece haber señales de que la economía local se desacelerará muy pronto o en magnitud acelerada. Por el contrario, considero que la economía todavía podría sorprendernos favorablemente en el corto plazo. No obstante, una posterior desaceleración, mucho más evidente en 2024, es un pronóstico razonable (ver nuestro artículo de la semana pasada).
Joel Virgen es el analista económico del sector financiero con sede en Nueva York, EU. Sus opiniones no necesariamente representan las de una institución financiera en particular.
Twitter: @joelvirgen