Entorno Económico

Escenario económico 2024 y el miedo a volver a equivocarse

De manera general, pueden identificarse tres grandes guías o sitios comunes en los diversos escenarios económicos globales para el siguiente año.

A estas alturas prácticamente todas las corredurías nacionales e internacionales han publicado sus escenarios económicos globales para 2024. Como siempre, los pronósticos individuales tienen asociado un intervalo de incertidumbre estadística, básicamente por construcción. De manera más general, el conjunto de proyecciones pende de supuestos clave sobre grandes factores o promotores globales de avance económico, cotización de materias primas, costos de financiamiento y hasta de cotizaciones de divisas clave. Así, la incertidumbre que rodea a los pronósticos suele no solo ser estadística, emanada del uso de alguna técnica econométrica o de series de tiempo, sino también de la postulación de un marco clave diseñado muchas veces de manera cualitativa o intuitiva. Si lo anterior no bastara para ser humildes en nuestra postulación de un escenario económico para el siguiente año, nuestros propios sesgos cognitivos relacionados con qué acertados han resultado los escenarios de años anteriores en el diseño de los nuevos pronósticos podrían jugar un papel relevante. A continuación tres reflexiones.

Primero, de manera general, pueden identificarse tres grandes guías o sitios comunes en los diversos escenarios económicos globales para el siguiente año. Me refiero a la proyección de una desaceleración económica, en conjunto con una trayectoria de inflación todavía a la baja.

En cuanto a las estrategias de inversión en mercados financieros, es compartida la recomendación de mantenerse vigilantes y flexibles. En general, la cautela y adaptabilidad parecen ser los más socorridos consejos. Lo anterior con el fin de optimizar resultados y administrar el riesgo asociado a los portafolios de inversión.

Segundo, y en contraste con los puntos comunes en los escenarios económicos globales, hay algunos contrastes en los particulares referentes a la política monetaria, por ejemplo. Mientras algunos proyectan un clima de altas tasas de interés por un periodo prolongado, otros anticipan recortes continuos en las tasas de política monetaria como respuesta a una evidente desaceleración económica. De hecho, una de las grandes discusiones tiene que ver con la evolución de la economía china.

Por un lado, se tiene a los que anticipan un año retador para China, el cual podría incluir una crisis inmobiliaria, mientras otros anticipan un día soleado con cielo azul para dicho motor de crecimiento económico global.

Otro de los grandes contrastes se encuentra en la ponderación de los diversos riesgos geopolíticos que se relacionarían con la Guerra en Ucrania, las tensiones territoriales en Taiwán, la volátil situación en medio oriente y la cargada agenda política y electoral alrededor del mundo.

Tercero, y quizás un menos obvio elemento a considerar en los escenarios económicos para 2024, es el miedo a equivocarse sobre aún las convicciones más fuertes y ampliamente compartidas. Me explico. En la última semana me ha llamado la atención que dos de los principales diarios o publicaciones especializadas con alcance global se refirieron a una preocupación similar: reconocieron que los consensos o visiones más compartidas sobre el devenir económico de los últimos tres años han fallado totalmente. De hecho, el fallo ha sido en un mismo sentido. El crecimiento económico ha resultado mejor a lo esperado. En este contexto, la pregunta es si el mensaje de optimismo, que ya se ha incorporado en las proyecciones, en reconocimiento de los errores pasados, podría ser la siguiente gran pifia de pronóstico para el 2024.

Nota al lector: Con esta nota despido el año deseándoles felices fiestas y un gran año 2024. Estaré de vuelta en este espacio el próximo martes 9 de enero.

Joel Virgen es el analista económico del sector financiero con sede en Nueva York, EUA. Sus opiniones no necesariamente representan las de una institución financiera en particular.

Twitter: @joelvigen

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