Hay más de 4 millones de pequeños negocios en México y tras varias semanas de haber arrancado esta oportunidad, apenas unos 200 han aplicado para esta ganga.
A ver… mire, señorita, doctora, dueño de taller… si usted dirige el negocio, aquí le venimos ofreciendo préstamos por hasta 3 millones de pesos, sin garantía.
No importa lo que los bancos digan... Las instituciones financieras que operan en México no disfrutan de prestarles a las pequeñas empresas y a los emprendedores locales, que no tienen la mejor fama como pagadores.
Pero Microsoft parece desatar este nudo nacional en ánimo de alcanzar una meta enorme. La empresa dirigida en México por Enrique Perezyera, reunió préstamos por hasta 14 millones de pesos provenientes de tres instituciones. La más grande es BBVA y las otras dos son Credijusto y Uniclick, un par de fintechs.
Por la vía de Credijusto, digamos, pueden tener 3 millones de pesos dos semanas después de aplicar. Sin garantía y sin penalidades, por ejemplo, por pagar antes de los 24 meses que les dan de plazo para cubrir el adeudo.
En condiciones similares, Uniclick ofrece 2.5 millones y BBVA, hasta 14 millones de pesos.
¿De dónde viene la magia? De la gestión de Microsoft y pueden rastrear el origen hasta aquí:
“Tuvimos un cierre muy fuerte de nuestro año fiscal. Nuestro (negocio de) nube superó los 69 mil millones (de dólares) en ingresos anuales, un 34 por ciento más (que un año antes). Estamos viendo un crecimiento de los ingresos en todas las industrias, segmentos de clientes y geografías, con más de 50 por ciento de las ventas provenientes de fuera de Estados Unidos”, dijo Satya Nadella el martes. Él es el director general de la empresa fundada por Bill Gates.
Cuando ustedes usan su e-mail o cuando guardan fotos en su celular que van a dar a Apple o a Google, están usando la ‘nube’, miles de servidores que almacenan su información en edificios distribuidos en el mundo.
Tres de esos edificios serán inaugurados pronto en Querétaro, luego de una inversión de mil 100 millones de dólares que hizo Microsoft para ese propósito.
Usar estos servidores puede ser ‘gratis’ si usan poco su correo electrónico, pero cuando éste les pide pagar para seguir guardando cachibaches digitales, entonces empieza a correr el tarifario de la nube.
Cuando lo que tienen es un negocio en el que necesitan, digamos, guardar el archivo médico de cientos de pacientes, difícilmente les darán algo a cambio de nada. Hay que pagar.
Durante esta pandemia, los mexicanos en general notaron algo que ya era evidente en los países más desarrollados: el que no digitalice sus datos y su relación con sus clientes va a salir del negocio. Pero ‘digitalizarse’ no es cosa de un día y siendo francos, no puede hacerlo solito ‘el de sistemas’. Eso requiere una estrategia que involucre tanto a la jefa como al que recibe a la gente en la puerta.
En un proyecto llamado Pymes Digitales México (mal nombre si consideramos que un doctor o un abogado difícilmente sabe bien a bien que es parte de eso llamado Pymes), Microsoft diseñó un modelo ‘educativo productivo’ que empieza por un diagnóstico que se hace en dos minutos. ¿Cómo ando? ¿Estoy listo? ¿Quiero hacer esto de la digitalización y le pondría dinero si lo tuviera?
El siguiente paso es saber qué soluciones tecnológicas necesito, luego aplicar para el financiamiento una vez que conozco el plan y finalmente ponerlo en práctica. Luego, seguir un modelo de capacitación constante, de la mano de Microsoft en una actividad que dirige Gastón Oliver, en la empresa tecnológica.
En el proceso es factible que la empresa involucrada termine adquiriendo productos y servicios de la empresa tecnológica en cuestión y los bancos cobran el dinero con intereses, de modo que todos ganen. Oliver tiene una meta de atender un millón de pequeñas y medianas empresas en México, 350 mil podrían venir en los primeros tres años.
No la tiene fácil, Amazon Web Services y Google también persiguen el mercado de la ‘nube’, que ya les contaré, nos involucra a todos.
El autor es director general de Proyectos Especiales y Ediciones Regionales de El Financiero.