Ellos no están en ese club llamado Consejo Coordinador Empresarial (CCE), cuyos miembros gustan o gustaban de dar mensajes al oído del presidente en turno.
Lo más probable es que ni ellos ni ustedes conozcan a Carlos García Ottati, pero la empresa que él fundó apenas pasando el Mundial de Rusia 2014 ya vale más que Grupo Televisa o Grupo Carso, en donde los Slim administran, entre otras cosas, el Sanborns.
Hoy, Bloomberg Businessweek México les detallará la historia que llevó al equipo de Kavak a declarar que su valuación ya alcanzó 8 mil 700 millones de dólares.
La vendedora de coches usados que se transformó en compañía financiera pronto podría convencerles de comprar un seminuevo a crédito, pero no es la única que los llevará a un mundo paralelo en México.
Ese planeta se compone de compañías que compusieron lo que estaba roto.
Están los sustitutos de las informales ‘tandas’ de la oficina, como Kueski o Kubo, nacidas en 2012. También, Credijusto, que puede sustituir tareas del gubernamental Bancomext.
Estas tres últimas fueron incluidas en una lista denominada ‘Soonicorn’ uno de esos términos que suenan bien, pero alejan mucho a la mayoría, por lo que terminan funcionando mal.
Es la combinación de ‘soon’ y ‘unicorn’, que en español significan pronto y unicornio, animal fantástico que en combinación con la anterior aspiran a un término de reciente uso para referir empresas que están a punto de ‘romperla’ y alcanzar un valor superior a los mil millones de dólares.
Las tres podrían ser denominadas también fintech, otro desabrido nombre tomado del inglés, que funciona bien en las juntas de Zoom para aludir compañías que hacen más fácil usar servicios bancarios.
La lista de Soonicorn que consulté la hizo ALLVP, encabezada por Fernando Lelo de Larrea y Federico Antoni, un grupo también hecho en México que es una suerte de ‘descubridor’ de talento, que apuesta dinero en éste y además busca una nueva forma de publicar información que atraiga la atención de más gente al ánimo de emprender. (Productores de shampoo sólido hecho en casa, favor de abstenerse).
Su lista incluye en total 79 empresas entre las que se encuentra Gaia, que también viene del ciberespacio a pegarle un susto a Muebles Dico, digamos.
ALLVP es de los pocos fondos mexicanos de capital privado que toman riesgos como el de invertir capital en compañías de azaroso destino como Yana, un servicio que ataca la depresión de las personas por la vía del smartphone.
Es una revolución de sustitución de la economía en la que le acompañan entre otros, Dila Capital, que apostó por empresas como Ben and Frank, ese servicio de venta de lentes, en línea, que seguramente va por el negocio de Devlyn, basado en buena medida en sucursales.
Pero hasta ahora, estos innovadores servicios se basan todavía en la mejora de lo existente, es una encomiable tarea, sin duda, pero está detrás de los desarrollos fuera de México.
Obviamente, Estados Unidos es referencia. Sus universidades, el capital privado y el gobierno trabajan en conjunto para adueñarse del próximo funcionamiento de la economía, tal como el presidente Barack Obama apoyó con créditos blandos la creación de Tesla, de Elon Musk, que lleva la vanguardia en materia de autos eléctricos y propició la fundación de Space X, que ofrece servicios de transporte de satélites al espacio… y ahora de gente.
Entre lo que será parte de esta década está la ingeniería genética… como la que practica entre muchas otras Mamooth, basada en CRISPR y que ya presume un valor superior a los mil millones de dólares.
“CRISPR, en pocas palabras, es un par de tijeras biológicas que pueden cortar y reemplazar genes en células y organismos vivos, lo que abre el potencial de quizás curar permanentemente enfermedades genéticas”, expuso TechCrunch.
La nueva liga nacional sí sustituirá a varias empresa tradicionales que operan en México; pero el alcance de la innovación parece ignorado por el gobierno y las universidades, que dejaron esa tarea para la inversión privada que mayoritariamente… viene del extranjero.