Parteaguas

¿Texas? No, Accenture va a Tekax, Yucatán

El gobierno de Mauricio Vila, en Yucatán, luce enfocado en atraer puestos laborales de valor agregado en tecnología, ofreciendo entrenamiento de recursos humanos a la medida.

Tekax es un pueblito colorido que recorren caminando en unos 15 minutos. Su población de unos 25 mil habitantes cabe en las gradas de un estadio de futbol y es posible que sobren sillas.

Como referencia del nivel de ingreso de su gente, sepan que ahí solo hay un pequeño almacén de la marca Bodega Aurrerá, con un atípico estacionamiento arbolado.

Pero al inicio del siglo, los yucatecos tuvieron el acierto de instalar ahí una universidad tecnológica.

Sus graduados suelen emigrar 115 kilómetros al norte, a Mérida, para encontrar oportunidades. Pero ahora recibirán 200 ofertas de empleo para especialistas en tecnologías de la información, cuyos salarios empiezan en unos 15 mil pesos mensuales. Los empleos los llevará ahí Accenture, la empresa encabezada en México por Jorge Castilla Ortuño, que se enfoca hoy en digitalizar empresas mexicanas; en volverlas compatibles con una población que ahora hace su vida en un smartphone.

La movida es estratégica por parte de esta empresa consultora con oficinas centrales en Dublín, Irlanda.

Sucede que el plan de Tekax se replicará en Valladolid, y en Mérida ofrecerán otras 600 plazas. En total, serán mil los empleados que tenga Accenture en Yucatán al terminar 2022, en una circunstancia similar a la que hoy ocurre en Monterrey, Nuevo León.

El gobierno de Yucatán adecuará el plan de estudios de escuelas como la de Tekax, a la medida del equipo que requiere Castilla.

Además, la compañía evitará la inversión en oficinas, pues las instalaciones educativas vallisoletanas y las de Tekax, serán adaptadas para que funcionen para albergar las operaciones de los nuevos empleados de Accenture, que serán ‘híbridas’. En la capital yucateca sí buscan instalaciones.

Los contratados dividirán su tiempo entre el home office de su casa, y las reuniones presenciales con el resto del equipo en las citadas oficinas escolares.

Si ustedes encabezan una organización, anoten la recomendación para su equipo que trabaja ‘a distancia’.

Hay pocas empresas con tanta experiencia asesorando a otras compañías y en Accenture notaron que la presencia del equipo para hacer trabajo conjunto es indispensable para reducir la rotación de personal en la era pospandémica. Genera vínculos con la institución, aunque la convivencia dure dos días cada semana.

A nivel mundial, la corporación que acá encabeza Castilla, facturó 50 mil 533 millones de dólares anuales en 12 meses contados hasta agosto, 14 por ciento más que un año antes.

El margen de sus ganancias netas del 11 por ciento sobre cada dólar, resulta envidiable para otros negocios, pero aun así resulta bajo cuando se le compara con el de otras empresas tecnológicas.

Por esa razón, tiene lógica transferir plazas laborales a regiones de menores costos laborales, como Yucatán, en donde su rango salarial podría topar en alrededor de 90 mil pesos mensuales.

Es una circunstancia que parece tener efectos globales. La semana pasada, Bloomberg publicó que en Nueva York y San Francisco –en donde un recién graduado en carreras tecnológicas tiene acceso a sueldos de 100 mil dólares anuales (unos 160 mil pesos mensuales)– los ascensos en estos montos parecen haber topado, finalmente.

Eso, en buena medida, por la entrada en competencia de ciudades como Seattle, Austin y San Diego, en donde los sueldos aumentan a tasas que van de 4 a 9 por ciento anualmente.

El gobierno de Mauricio Vila, en Yucatán, luce enfocado justamente en atraer puestos laborales de valor agregado en tecnología ofreciendo entrenamiento de recursos humanos a la medida. Es una tarea que cayó en manos de Ernesto Herrera, secretario de Fomento Económico que por sus resultados, trascendió una administración priista y ahora forma parte de la albiazul de Vila.


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