Más o menos, la narrativa se parece a la del gobierno mexicano actual.
Él advirtió que detendrá la entrega de contratos a petroleras. Es un político de izquierda que quiere poner a la gente a reforestar, un exguerrillero nacionalista que avisa que vienen nuevos impuestos.
Pero a diferencia de lo que ocurre acá, quiere zafar a Colombia de la economía del crudo.
“Nada es un país cimentando su futuro en carbón y petróleo, como lo hace Venezuela o los países árabes, que ya han reaccionado”, dijo Gustavo Petro, el más adelantado candidato y por tanto, muy posiblemente próximo presidente de Colombia. La declaración fue registrada por El Tiempo. https://bit.ly/30I6899
¿Tiene Ecopetrol una crisis como la de Pemex? ¿Le está costando al gobierno esta empresa petrolera vinculada con el Ministerio de Minas y Energía? No parece.
Hasta septiembre, la compañía colombiana acumulaba ganancias netas por el equivalente a 2 mil 700 millones de dólares, ya libres de impuestos.
¿Qué pretende este político de ascendencia italiana?
“La primera decisión que voy a tomar es el cese de la contratación de exploración de petróleo en Colombia. Es un mensaje claro: vamos hacia una economía productiva, no extractivista”, dijo al citado medio colombiano en entrevista. https://bit.ly/3CDxhqY
Si en agosto se convierte en presidente, Petro no quitará a las empresas la actividad petrolera para aumentar el poder del gobierno en la misma. Simplemente, marginará esa práctica en favor de una política agraria y de producción industrial de avanzada, dice.
Es un político de izquierda que menciona las urgentes tareas de cuidado del medioambiente resaltadas por la ONU en Glasgow, Escocia, hace unos días. Destacadas no solo por ambientalistas, sino incluso por los bancos que advierten del deterioro en el valor de activos de acuerdo con Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo. Son afectados principalmente por lluvias y heladas sin precedentes.
El periodista Armando Neira le preguntó al candidato: “Colombia tiene una producción de 800 mil barriles, es autosuficiente. Sin embargo, ¿cómo puede interpretar su anuncio un conductor de un carro particular? ¿Cómo va a (llenar el tanque)?
La respuesta pone a Petro a la punta de la vanguardia latinoamericana, ahí en donde ningún político mexicano relevante se sitúa aún:
“Que hay doce años hacia delante, 2034, donde está previsto que nuestras reservas aguantan. Para ese tiempo es, más o menos, la fecha en que las empresas automovilísticas del mundo han dicho que cesan la producción de carros de gasolina. Se trata de ponernos en concordancia con el mundo. Si las empresas de producción de automóviles han puesto 2040 como el año final del automóvil de gasolina, entonces es obvio que aquí tenemos que prepararnos”.
Ya todas las empresas grandes, fabricantes de automóviles, tienen una línea de híbridos y eléctricos; Hyundai, la filial de KIA, avisó que tendrá opción de hidrógeno para todos sus modelos en 2028.
No es seguro que Petro llegue a la presidencia de su país. No es posible tampoco asegurar que cumpla, si asume el rol.
Pero si sus declaraciones le dan una amplia ventaja hasta el momento, eso implica que mucha gente escucha ese discurso.
Los más jóvenes están decepcionados y pesimistas por el entorno que les dejaron los viejos, de acuerdo con una encuesta de Deloitte que abordaré aquí. En México no parecen tener una voz.