Parteaguas

Una bolsa de Chile que debería ser mexicana

En chile nació una especie de bolsa de valores enfocada en la tecnología, el Santiago Venture Exchange (Scalex).

Así se siente México. Las secciones nacionales de opinión ya escurren lamentos. El país es hoy lo que es, por lo que todos hicieron o dejaron de hacer, pero como que se olvidan las faltas propias.

Sacar el periscopio por encima del llanto permite observar que muchas soluciones están lejos del Palacio Nacional.

Un amigo mexicano se hartó de lo poco que quieren pagar los empresarios connacionales por desarrollos de software y buscó clientes en Estados Unidos.

Hoy no se da abasto y su empresa muta en una fuerte administradora de recursos humanos internacionales especializada en vender ‘horas hombre’ de generación de código. Es lo que necesitan las empresas de países desarrollados para culminar ideas y llenar el smartphone de ustedes con ‘apps’.

Pero acá, cuando Bloomberg Businessweek México revela los cientos de millones de dólares que ya cruzan la frontera vía criptomonedas, el deporte nacional se centra todavía en hacer dominadas con un peso en el ombligo. No es que el Banco de México sea irrelevante, es que aquí parece que no existe el mundo.

Chile es un país remoto que comparte su frontera andina con una economía semidestruida a punta de patadas políticas. No es una potencia manufacturera ni brilla por las ‘remesas’.

No son precisamente ejemplares todos los chilenos, pero muchos de ellos acaban de inventarse una nueva ‘bolsa de valores’ enfocada en tecnología. Una suerte de ‘Nasdaq’, pero pequeño.

Si participa el gobierno o no, da igual. No fue indispensable el presidente Piñera y quizás tampoco el Banco Central de Chile. Esto fue hecho con ganas y talento.

En Scalex (así se llama este nuevo mercado sudamericano de empresas tecnológicas) es necesaria la energía, pero de gente como Hans Pieringer, de Phage Lab, una empresa basada en el barrio de Macul, al sureste de Santiago.

Crean tratamientos con bacteriófagos, o virus capaces de infectar bacterias, mismos que resultan útiles en procesos de cría en la industria avícola, ganadera y acuícola. Eso reduce el uso de antibióticos para el control de enfermedades, lo que implica que ustedes puedan comer carne más limpia.

Ellos, como muchos fundadores de empresas, buscan capital para aumentar el tamaño de la compañía y tener un mayor impacto.

A partir del año entrante podrán encontrarlo en Scalex o Santiago Venture Exchange, un mercado de financiamiento alternativo producto de la alianza entre la Bolsa de Comercio de Santiago y Corfo.

Busca conectar emprendimientos tecnológicos con el capital de riesgo, fondos de inversión, family offices e inversionistas calificados locales y globales.

Para que Scalex opere en el primer trimestre de 2022 como esperan sus promotores, solo esperan trámites ante la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).

¿Qué empresas podrán acceder a ese mercado? Deben demostrar crecimientos superiores a 20 por ciento anual, después de lo cual serán acompañados en el proceso para ser objeto de inversión de inversionistas institucionales.

¿Qué ganan los inversionistas? Un mercado más transparente, en el que todos los dueños o controladores de fortunas tengan la misma oportunidad de entrar al negocio de una compañía con potencial.

Ojo, aquí. Chile acumula una lista de empresas exitosas, encabezada quizá por Cornershop, que fue vendida a Uber a cambio de mil 400 millones de dólares que pintaron una sonrisa indeleble en sus fundadores Daniel Undurraga, Juan Pablo Cuevas y Oskar Hjertonsson, quienes ahora siendo millonarios, capitalizan empresas, provocando un círculo virtuoso.

Acá en México ocurre algo similar para fundadores de empresas ‘unicornio’ como Clip o Bitso, lo que vaticina la llegada de otros proyectos de similar dimensión, pero no a una escala de fabricación continua como la que pueda alcanzar Scalex.

Sirva el caso para el equipo de María Ariza, en Biva, o en la oficina de Oriol Bosch, en la Bolsa Mexicana de Valores, ahora que francamente, en materia de Ofertas Públicas Iniciales, no tienen mucho trabajo.

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