Parteaguas

La ‘lana’ con letras entra

Accenture se involucró en el plan de estudios de varios centros yucatecos, para que los estudiantes adquieran las habilidades que requiere su equipo, desde antes de graduarse.

En Tekax solo hay un supermercado y es de la marca Bodega Aurrerá. Es un pueblo remoto de México que tiene una peculiaridad: su gente más joven aprende rápidamente inglés.

También tiene una Universidad Tecnológica (UT) a la que aspiran algunos de sus 25 mil habitantes y hasta antes de que Jorge Castilla armara el proyecto, casi todos sus graduados buscaban algún empleo en el área de ‘sistemas’ de algún hotel de Cancún o de Mérida.

El proyecto de Castilla consiste en ampliar las actividades en México de una empresa que factura unos 145 millones de dólares diarios, es Accenture, una compañía que él dirige en el país y que promete digitalizar empresas de todo el continente, ahora desde lugares poco conocidos, como Tekax en donde contratará a cientos de sus habitantes graduados y por graduarse en la UT.

El proyecto de 4 millones de dólares anunciado ayer tuvo una clave: esta consultora con oficinas centrales en Dublín se involucró en el plan de estudios de éste y otros centros de estudios yucatecos, para que la gente adquiera las habilidades que requiere su equipo, desde antes de graduarse.

Contó como cómplice a Ernesto Herrera, secretario de Fomento Económico, miembro del gabinete del gobernador Mauricio Vila. El plan inicial de Accenture es contratar a mil personas bilingües en Tekax, Valladolid y Mérida, antes de 24 meses.

Vila y Herrera esperan que la estrategia atraiga muy pronto más inversiones de un sector poco procurado por los promotores de inversión nacionales: los servicios tecnológicos. La razón del interés es simple, son negocios más rentables.

Accenture reporta un margen (EBITDA) de 20 por ciento. Comparen eso con el de, digamos, Ford o KIA, de 6.4 y 9.5 por ciento, respectivamente, de acuerdo con información recogida por Bloomberg.

Más rentabilidad ofrece oportunidades de mejores salarios, más aún en el campo de la tecnología digital que hace posible todo lo que ocurre en el smartphone que todos cargan.

En Tekax, los salarios de Accenture comenzarán en unos 15 mil pesos mensuales y en un país como México, ese ingreso ya los ubica dentro del 20 por ciento de la gente con mayor poder adquisitivo.

El plan yucateco trascendió hacia un proyecto internacional que cuenta con apoyo canadiense. Alumnos con conocimiento del idioma inglés son seleccionados para cursos intensivos de ese idioma con duración de un mes, en Canadá, dentro de un proyecto llamado Agenda Estatal de Inglés, al que ayer fue invitado el gobierno estadounidense vía la cónsul Dorothy Ngutter.

La infraestructura mexicana creada en esta esquina del país no está hecha solo del acero y concreto que atrae a la manufactura. La gente que se capacita podría crear un círculo virtuoso visto acaso al inicio de este siglo en Jalisco.

Pero atraer riqueza parte de educar a quien habrá de recibirla.

Los países nórdicos y del sureste asiático conocen bien el tema, al punto de que en esas regiones la educación en casa es poco practicada. El estado tiene planes educativos eficientes. Caso distinto el de algunas regiones de Europa central o América.

Lo que sea que hicieron los gobiernos con el sistema en esta zona del mundo provoca rezagos que se acentuaron con la pandemia.

Pero los problemas causan oportunidades, como la que aprovecha Accenture o la que toma también Gostudent, una plataforma nacida hace cinco años en Europa y que acaba de ser capitalizada con 300 millones de dólares justamente para avanzar en este continente y particularmente en México.

En el país, su oferta educativa en línea enfocada en alumnos de primaria y secundaria es impartida por personas que en ocasiones cuentan con uno o dos posgrados.

Conocí el caso de Carlos, un ingeniero con maestrías en neurociencia y psicopedagogía que tuvo una suerte de epifanía cuando consiguió que una alumna con autismo resolviera una ecuación cuadrática como las necesarias para resolver problemas tecnológicos. Descubrió su vocación y ahora imparte clases 30 horas a la semana a cambio de unos 20 mil pesos, por medio de la plataforma de Gostudent, de la que abundaré aquí pronto.

La educación, básica o profesional, parece un buen camino para cambiar a la gente, para bien. De paso, genera negocio, atrae riqueza.

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